Estrofa #1

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La agonía, el dolor, el pánico, la tristeza, la frustración, la ira, la depresión, asi es como una persona normal ve un suicidio, algo imperdonable para la sociedad, un malgasto, una cifra, una pérdida, una estupidez. Para otros tal vez sea el único camino al cual deben ir. Pero para mí es simplemente un final inmediato de una vida que no debió de haber existido, un malgasto, creada al azar o accidentalmente. Desde pequeños nos enseñan a erradicar las cosas que estén mal... si es así ¿Por qué no erradicar una vida? Suena mal, claro, no hablo de un asesinato, nunca debes tomar la vida de otra persona... pero si es ella misma el error entonces ¿Será aceptado? He tenido el deseo de morir desde pequeña, siempre era desplazada y olvidada por todos, mi madre sólo me veía o me hablaba para quejarse de lo mal que iban mis calificaciones. Cuando jugaba, alguno de mis juguetes moría, y retrataba como sería la mía. Suena enfermizo, pero la he planeado. No es que esté muy deprimida, me he visto peor en otros casos. Tampoco ha de darme igual todo, por el contrario, me considero una persona sentimental. Una persona normal diría :Si eres alguien netamente emocional y no estas triste ¿Entonces por qué quieres morir? Es fácil, no puedes simplemente desear que estés muerto, tiene que haber un motivo. Bueno, mi motivo es simplemente el hecho de que mi vida no vale absolutamente nada, es sólo algo casual y malgastado. Mis padres no me golpeaban, ni me maltrataban, soy la del medio de tres, una hermana mayor y un hermano menor, eso de por ley me hace irrelevante. Mi infancia sin mi hermano era opacada por mi brillante y plástica hermana. Y bueno, cuando llegó mi hermano era el bebé de la casa. ¿Qué si eso me dolió? Pues no, en realidad me da igual, podía tener un poco de libertad por los momentos. Al estar sola todo el tiempo aprendí a callar lo que siento. Con el tiempo mi padre se cansaría de mi madre y buscaría otra esposa, cuando él le gritaba yo estaba ahí, sola, mis hermanos eran llevados fuera de ahí. En una de esas estaba jugando en mi cuarto, estaba jugando al asesino. La víctima ya estaba puesta, y el asesino se acercaba, mientras mataba a la víctima, mi padre entró al cuarto y vió como yo decia ¡Já ahora estás muerta y nadie sabrá como! Mientras reía inocentemente. Me dijo muchas cosas, entre ellas que estaba loca y que iba a matar a alguien de grande. Mamá se alarmó, asi que antes de que Papá la dejara me metió en un psiquiatra. Él no ayudaba, decia una y otra vez la misma cosa, siempre que yo hablaba se lo decía a mi madre. Me estaba cansando y estaba agotada. Caí en cuenta de que nunca debí haber dicho eso, nunca debí jugar, nunca debí estar ahi, nunca debí existir. Lloraba mucho, y en la escuela nadie se me acercaba. Desde esos días he deseado morir. Mi nombre es Rea, tengo 15 años y deseo terriblemente morir.

Al comenzar la secundaria ya era mas sociable, eso hizo que conociera a Isumi, una chica de mi edad la cual se convertiría en mi amiga. Isumi era muy cálida, alegre y sonriente, todo lo contrario a mi fría personalidad. Nunca he tocado el tema con Isumi, porque sé que va a reaccionar mal. Hoy vimos una clase muy aburrida de historia, hablaba de cómo algunos personajes en la historia se suicidaban por pecados cometidos. Gilles de rais era uno, se volvió demente luego de que Juana de Arco fuera quemada en la hoguera. Mataba niños, adultos y viejos. Gilles no tenia discriminación, y cuando fué encontrado culpable se suicidó. En parte lo entiendo, quiere que la vida que él formó con dolor termine en sus manos con dolor, es como si limpiaras un plato luego de quebrarlo, no será igual pero al menos no dejastes nada.

-Bienvenida de vuelta, Rea.

-Hola, Doctor.

-¿Cómo te ha ido hoy en clases?

-Normal, vimos una clase de historia sobre los suicidios.

-Especifica.

-¿Para qué? ¿Para que rompa su "sagrado" juramento de discreción con los pacientes? No, gracias.

-Entonces ¿A qué has venido?

-A verle la cara. ¿O es que acaso su visión es medio nula?

-No me gusta que uses ese tono conmigo.

-Acostúmbrese.-Dije levantándome de la silla y saliendo del consultorio.
-¡Rea! ¡No hemos terminado!-Le escuché gritar desde lejos.

-¡Rea! ¿A dónde crees que vas?-Replicó mi madre.

-Estaré muerta dentro de poco. Asi que no importa.-Escupí las palabras mientras bajaba velozmente las escaleras.

Quiero morir, alguien máteme ahora. Corro con todas mis fuerzas escaleras abajo. Idiotas, quisiera que al menos traten de entenderme, no estoy mal. Sólo quiero morir y ya ¿Es mucho pedir? Miro hacia el fondo de las escaleras y me balanceo para caer.

Canción Suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora