Mi vida no tiene sentido en este momento. No soy aceptada por mi propia madre, mi padre desapareció después de llamarme loca y mis hermanos están aislados de mi, porque ella cree que esto se contagiaAa.
Luego de ver lejanamente las escaleras lo entendí, no era el sitio ni el momento. Tengo que seguir jugando un poco más, a ver que me da la vida. Llego a la casa vagamente mientras doy pasos rápidos. Madre viene atrás mio corriendo. Me desvío hacia un edificio en construcción hasta que ella se frustre. A veces odio hacerle esto, pero es por su propio bien. Al llegar a casa me estaba esperando, me vió con esa cara de preocupación, hizo que me sintiera mal asi que le dije: "Una semana más de vida no le hace daño a nadie." Madre estalló en llanto. Me encierro en el cuarto con mi móvil. Entre los mensajes veo a Isumi.-Tengo algo que decirte. (Martes, 14 de abril a la(s) 0:07 a.m.)
-Yo igual. (Enviado a la(s) 01:32 a.m.)
Bloqueo el movil y lo coloco bajo la almohada. Sin darme cuenta me quedo dormida.
Martes 14 de abril.( 7 días para mi muerte.)
-Argh.-La insoportable luz del día me despierta.
Me levanto lentamente con mi cara arrugada, voy hacia el baño para lavarme un poco, parezco un espanto con estos cabellos, los cepillo hasta alisarlos, no son muy largos, me llegan hasta el mentón, pero igual molestan. Mientras hago mi aseo diario, Madre se levanta a hacerse el desayuno. Bajo las escaleras y veo unos panqueques sobre la mesa con un jugo de naranja.
-Genial, ahora somos americanas.
-Sientate y come, al menos si vas a morir, tienes que estar en forma para que quepas en la urna.
-Madre ¿no querías que me quedara en este mundo?
-Si hija, pero tengo que entender que ese es tu deseo, y no puedo hacer nada en contra de eso.
-Al fin entiendes.
-Si al fin entien-BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP BEEP.
-Mamá ¿qué demonios es ese sonido?
BEEP BEEP BEEP *click*
Me despierto de repente, todo ha sido un sueño, qué mal. Hago toda mi rutina y bajo para encontrarme a madre en la cocina.
-Hoy tienes cita con el doctor.
-Sabes muy bien que no voy a ir.
-Hija es por tu bien.-Madre estaba roja y mojada en lágrimas.
-No empieces.-Salí de la casa limpiando mi cara.
Sé que soy egoista al hacer algo así, pero no me queda de otra. Quiero morir, y eso para los demás está mal. Porque les estoy quitando una oportunidad, porque les estoy quitando a alguien que aman, porque les estoy quitando a una cifra más. Por eso se evitan los suicidios. Porque no es igual un país políticamente incorrecto con 10 sucidios en tres años a otro políticamente con 1.237 suicidios en tres años. (Cifras exageradas, por supuesto.)
Mientras llego al salón de clases, Isumi me saluda a lo lejos. Entro mientras le sonrío y me siento al lado de la ventana.
-Llegas tarde, de nuevo.
-Al menos llegué.-Digo mientras le sonrío forzadamente.
Mientras miro la lejanía de los edificios por la ventana reflejando el cielo grisáceo. En comparación con otros días, éste estaba claro.
-Señorita Rea, podría decirme el porqué del holocausto.
-Tsk, es obvio, Hittler quería que sus hijos no fueran castaños y por eso asesinó a los judios.
-Interesante, tal vez quiera discutir acerca de este tema en la sala de profesores. ¿Le parece?
Sin mirar al profesor me levanto disgustada.
-Eh, se le ha olvidado algo.-Dice mientras me muestra un papel que dice: "Pase de castigo, Motivo: Pasada de lista."
Entro suspirando a la sala de profesores. Donde me espera un sermón acerca de las bromas en las clases, que diversión.
Al terminar la aburrida y larga charla, logro escapar en el almuerzo, para buscar a Isumi.
-¡Isumi!
-¡Rea!
-Tengo algo que decirte.
-Yo también.
-Entonces ¿Quien primero?
-Mejor al mismo tiempo.
-Está bien.
-Me voy a suicidar.
-Me gustas, aunque seas chica.-Espera... ¿QUÉ?-Dijimos al unísono.
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Canción Suicida.
Historia CortaRea es una chica común, ordinaria, simplona y aburrida, su única meta en su vida, es morir. Gracias a esto desarrorará aventuras creadas por su deseo egoista.