Esta semana era la clausura del año y todos los clubes presentarían a su "mejor" grupo o, mejor dicho, a su grupo sénior (se trataba de evitar el término "mejor" para que el resto no sienta que está en el grupo de los no mejores, o sea, los "peores"). En fin, mi grupo 2B no participaría en los días centrales, pero sí en la apertura, por eso no nos preocupábamos tanto.
- Katherine estará de apoyo en el grupo 1B – me dijo Raquel mientras bajaba del carro de sus padres – me imagino que está muy nerviosa...
- Vamos a verla para darle ánimos.
- ¿Sabes quién más está en el grupo 1B? – preguntó con intriga Raquel mientras caminábamos hacia los vestuarios.
- ¿Quién? – respondí con desinterés.
- La chica nueva...
- ¿Por qué le sigues llamando "la chica nueva"? Ya van como cuatro meses que está inscrita, hay como veinte chicas que han entrado en el último mes y nadie dice nada.
Dije en tono como de indignada solo para no hablar del tema; ese tema me da ansiedad y no sé por qué.
- Bueno, es que no recuerdo su nombre. –me respondió riendo.
- Valeria, se llama Valeria.
- ¿Cómo sabes? ¿Has hablado ya con ella y no me has contado?
- No, no hemos hablado –hice una pausa como para terminar la conversación, pero Raquel me quedó mirando a la espera de alguna explicación o información adicional, ella no había terminado con el tema.
- Un día chocamos en la piscina y ella se presentó, nada más.
- Una vez en el vestuario escuché que ella está aquí por problemas con el sexo...
Silencio total entre las dos.
No pude evitar reírme - ¿Sexo? ¿Ninfómana acaso? No lo creo...
- No lo sé, eso dicen.
"¡¿Ninfómana?!", pensé. ¿Qué significa eso? En vez de alcohol y drogas...ella consumía... ¿sexo? No podía evitar reírme pensando estas cosas, ¿querer sexo era un problema? ¿A quién no le gusta el sexo?
- ¡Hola, Sofía! ¿Hoy participas? – me dijo una voz rompiendo súbitamente mis morbosos pensamientos.
- Hola, Vale...ria – respondí tontamente mientras deslizaba mi miraba hacia abajo y veía...en realidad no veía...Valeria no traía ropa.
Inmediatamente mi mente me empezó a bombardear solo con dos palabras: NINFÓMANA, NINFÓMANA, NINFÓMANA, NINFÓMANA, NINFÓMANA, NINFÓMANA, SEXO, SEXO, SEXO, SEXO, SEXO, SEXO,...
- ¿Sofía? ¿Estás bien? – interrumpió nuevamente mis pensamientos – lo siento, iré por mi toalla.
- No, no te preocupes – regresé a medias a la realidad.
- ¿No me pongo la toalla? – me bromeó
- ¡SI! – no podía hablar coherentemente, no sabía que decir para no sonar alterada. ¿Dónde carajos se había ido Raquel? No era que también quería que la viera así, pero... ¡¿Dónde se le ocurre meterse justo ahora?!
¡No sabía a dónde mirar para no mirar sus senos! Así que solo me hice a un lado y seguí caminando hacia dentro del vestuario para buscar a Raquel dejando a Valeria de pie...hablando sola. "Voltea y mira, voltea y mira", pensé; "no, no, no" me repetía, "sigue caminando" "corre"...
- ¡Raquel está con Katherine al fondo, por sus casilleros! –me gritó mientras yo me alejaba
- ¡Ah! ¡Gracias! –le respondí volteando con los ojos cerrados.
Al terminar el "gracias", no pude evitar abrir los ojos: "puta madre" pensé, ya no podría sacar esa imagen de ella desnuda de mi cabeza.
- ¡Sofía! ¡¿Dónde te quedaste?! – escuché la voz de Raquel a lo lejos, que me llamaba desde el final del pasillo, me acerqué rápidamente - ¿Qué te parece? –me preguntó haciéndose a un lado mostrándome a Katherine sentada en una esquina.
Katherine estaba avergonzada en una esquina del vestuario, traía puesto el traje de baño del equipo 1B de nado sincronizado. A diferencia de nuestro traje, el de ellas era con un diseño de olas bordadas en el torso (era el uniforme más femenino de todo el club), y llevaban maquillaje. Katherine lucía muy hermosa.
- Estás preciosa, Katty –se sonrojó cuando finalmente hablé– ni enterada de que te sabías las coreografías...
- Gracias, Sof – me dijo en un tono tímido y sincero – en realidad no me siento tan cómoda con todo el maquillaje que me han puesto encima. Mi mamá esta encantadísima y mi papá ni qué decir... la madre de Valeria me maquilló, al parecer trabaja con modelos o algo así.
Luego de escuchar ese nombre empecé a alucinar. Katherine me pidió que vaya a buscar a su mamá afuera del vestuario para que le alcanzara sus zapatos especiales, unos que hacían que no te resbalaras cuando caminabas cerca a la piscina. Pasé caminando por las duchas y me pareció muy extraño que esté todo silencioso, volteé la mirada hacia dentro de las duchas. Valeria se encontraba ahí, y no precisamente se estaba tomando una ducha. Estaba con otras dos chicas desnudas a su alrededor. Una de ellas le besaba los labios y la otra, la espalda. Me quedé paralizada, no sabía si seguir mirando o irme. Seguí mirando...
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Los peces también se ahogan
Teen FictionLa academia de rehabilitación e introducción a la sociedad para señoritas lleva años de fundación y por sus salones han pasado mil historias demostrando que cada persona encierra un mundo distinto. Sofía encontrará su paz mental luego de darse cuent...