Gojo Satoru; docente de una de las mejores universidades de Japón se encontraba hechado sobre su escritorio quebrando su cabeza en puras banalidades.
Su mente era un completo caos al querer deducir los extraños comportamientos de un chico de su clase.
El chico era increíblemente lindo.
Llevaba su cabello teñido de rosa y siempre cargaba una sonrisa dulce en el rostro.
Sus ojos cafés se achinaban cada vez que reía y eso lo hacía aún más lindo.
El chico brillaba cuál sol en la oscura vida de Satoru.
A veces venía a él con brazos extendidos para apretarse en un abrazo y rozarce las mejillas mientras le decía que era el mejor sensei del mundo.
En esos momentos Gojo reunía toda su fuerza de voluntad para no tomarlo de las mejillas y besarlo.
Sin embargo; a veces cuando trataba de saludar al chico en los pasillos este le hacía una cara amarga y lo ignoraba.
No lo entendía.
¿Acaso era por que tenía vergüenza de que alguien lo viera?
La idea quedó descartada al instante puesto que muchas veces era el mismo chico quien se acercaba a él con una sonrisa aún con los pasillos atestados de estudiantes.
¿Acaso sufría algún tipo de trastorno de personalidad?
Gojo necesitaba descubrir que sucedía con aquel chico de cabello rosa.
Necesitaba saberlo, por nada en especial, simplemente le caía bien.
Le caía muy bien.
Sí, Solo eso.
Es por esa razón que aprovecho la clase de esa mañana para dejar una nota entre los libros del pelirosa, algo conciso y directo:
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¡Hola!
Te veo a las 11:00am en el parquesito que está a las afueras de la universidad; necesito hablar contigo, será rápido.
Att. Tu sensei favorito, Gojo Satoru.
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Para Gojo era una nota totalmente comprensible. No era correcto y lo sabía, pero aún así esperaba ansioso a que la hora llegase.
El lugar donde lo había citado era clave ya que era un lugar bastante escondido y fuera de la vista de los ojos curiosos.
No era que fueran a hacer algo malo claro está. Solo hablarian y le preguntaría la razón de sus extraños comportamientos, solo eso.
No es como si le fuera a robar un beso a penas lo vea y luego le confesaría cuanto le gusta. No claro que no.
Tampoco esperaba que el chico le correspondiera, aún así, ya tenía listo el anillo de bodas...
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La hora se llegó y el corazón de Gojo bombeaba con fuerza en su pecho mientras esperaba a Yuji en medio de un claro, entre arbustos y árboles.
Al cabo de un rato un par de ramas empezaron a moverse con cautela anunciando que alguien se acercaba.
El chico de cabello rosa apareció frente a él con una cara confusa por lo que Gojo intentó acercarse con cautela.
—Por favor no te asustes. Te cité aquí para hablar un par de cosas...
La cara del pelirosa se amargó al instante e inmediatamente se dio la vuelta.
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Wrong Twin
Fanfiction«𝘎𝘰𝘫𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘯𝘥í𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘢 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘴 𝘴𝘶𝘦ñ𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤í𝘢 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘺 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘳𝘭𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘯𝘵𝘰 𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘶𝘣𝘳í𝘢 𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘳í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢...
