Discord nos hizo amigos pero tus besos nos hizo amantes ❤

La enfermedad sin Cura 🤒

Después de lo que ocurrió en la casa de Eduardo, las cosas habían cambiado un poco ambos chicos se veían a escondidas para seguir con sus mariconadas, los encuentros eran en cualquier lado, ya fuera un baño público o al aire libre, cualquier momento tenía que aprovecharse al fin y al cabo seguían siendo solo amigos ¿no?.

-No mames Eduardo, ya bájale, se me va a caer el pito- Dijo Sebah mientras se cubría con las sabanas de la cama de Eduardo.

-No es mi pinche culpa que tengas un chetito cabrón, por eso lo hacemos varias veces- Eduardo se levantó de la cama, nada más para ponerse su ropa interior e ir al baño.

Sebah se quedó pensando en la relación que tenía con su mejor amigo, muy en el Fondo sabía que se metía con el por puro despecho, además él parecía estar bien con eso, desde un principio pidió remplazar a Pai, pero. . . Y si también estaba sintiendo cosas por él, tal vez ignoraba a Eduardo únicamente por estar interesado en Pai, nunca le había prestado atención hasta ese día, Eduardo era la viva imagen de todo lo que él siempre había querido. Comenzó a cuestionarse si había desperdiciado su tiempo interesado en Paiuwu.

Sebah se levantó de la cama dispuesto a decirle lo que estaba sintiendo a Eduardo, pero este abrió la puerta solo para lanzarle su ropa a la cara.

-¡Pendejo llegaron antes! Vístete rápido- Eduardo ya estaba vestido aunque aun estuviera muy des arreglado bajo a recibir a sus amigos que estaba impacientes en la entrada de su casa tocando la puerta como pinches animales.

-Como si no supiéramos que los dos se la pasan cogiendo a cada rato- Dijo Jennifeerowo mientras seguía tocando la puerta lo más fuerte que podía.

-No es como si lo disimularan muy bien, piensan con la cabeza de abajo- Wolf estaba cada vez más impaciente, como resultado era más mamón de lo normal, Dannrod estaba a su lado mirando de reojo a su amigo un poco avergonzado y nervioso, ambos habían llegado mucho antes que los demás lo cual era un poco raro.

Pai no decía nada, seguía sintiéndose mal por haber rechazado a Sebah y tenía miedo de que solo estuviera jugando con los sentimientos de Eduardo. Al fin les abrieron la puerta al pequeño grupo, estos se acomodaron en la sala pues tenían planeado quedarse a dormir. Después de haber estado viendo películas, la mayoría ya estaban algo adormilados, Wolf y Dannrod estaban abrazados en el mismo sillón, Jennifer ya estaba mimida en un sofá individual, por su parte Paiuwu estaba a lado de la pareja ya completamente dormido.

-Ya no aguanto más Sebah. . . Vamos a mi cuarto- Dijo Eduardo susurrando al oído de su amante mientras su mano derecha frotaba el miembro de Sebah por debajo de la sabana que los estaba cubriendo, Sebah trato de quitar la mano de su mejor amigo, pero al final cedió por las caricias que estaba recibiendo, tomo el rostro de Eduardo con una de sus manos y beso los labios de su amigo discretamente para después asegurarse que sus demás amigos estuvieran dormidos.

- No vayas a hacer ni un puto ruido o te castro, ¿entendiste?- Sebah tomo por el cuello a Eduardo, este solo asintió levemente con la cabeza, claramente iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos para dejarlo satisfecho, lo metió bajo las sabanas, este quedo arrodillado entre las piernas de su amigo. Sebah por su parte bajo sus pantalones del pijama lentamente sin moverse demasiado para no llamar la atención de los demás. Eduardo con su bocabajo la ropa interior de Sebah, mirándolo de manera lasciva y con deseo.

Sebah paso sus dedos entre los cabellos de su amado hasta llegar a su nuca jalando un poco su pelo así atrás, se inclinó hasta sus labios y con dos de sus dedos abrió su boca para después escupir dentro. Eduardo estaba más excitado que nunca su erección dolía dentro de sus pantalones y peor aún Sebah estaba frotándola con sus pies. Eduardo empezó a chupar la punta de su pene usando sus labios y su lengua, mientras que su mano derecha se encargaba de masturbar lo que no entraba en su boca, sus mejillas estaban ligeramente rojas, su saliva combinada con el líquido pre seminal escurría por las comisuras de sus labios. Pero eso no era suficiente para Sebah, así que puso sus manos detrás de la cabeza de su novie y la llevo lo más abajo que pudo, haciendo que la nariz de Eduardo tocara su abdomen y su verga entrara a lo más profundo de su garganta, cuando por fin pudo sacarlo de su boca dijo en un tono dulce y excitado

-Sebahh~ tu chetito es muy grande... está realmente mojado y caliente- Sebah odiaba que lo llamaran por ese apodo, ahora estaba caliente y enojado, con su pie derecho piso la erección de Eduardo, este gimió de dolor.

-A-ahhgh!~. . . Mhgh~. . . S-Sebah no hagas~ A-ahgh~ e-eso~ m-me duele~

-Si te estuviera doliéndote tanto, no estarías gimiendo como puta en celo- Sebah volvió a pisar la erección de su amigo y para evitar que hiciera más ruidos volvió a meter su verga en la boca de Eduardo hasta el fondo moviéndose de adelante hacia atrás bastante rápido. Eduardo apenas y podía hacer algo por su cuenta, más que mover su lengua por toda la erección de su amigo, chupándola y llenándola de su ardiente saliva.

Sebah seguía estimulando la erección de Eduardo, sus pantalones estaban húmedos, probablemente ya se había venido un par de veces la idea de que sus amigos estuvieran dormidos mientras hacían ese tipo de cosas tan sucias. Sebah comenzó a moverse aún más brusco dentro de la boca de su amigo hasta que dejo todo su pene en la garganta de Eduardo y se vino por fin. Sus respiraciones agitadas, ambos cuerpos llenos de sudor, el deseo que los invadía cada que se veían. Eduardo se levantó y se sentó en la entrepierna de Sebah. Comenzaron a besarse apasionadamente sin importar si alguno de sus amigos estuviera despierto, era más que obvio lo que sentían el uno por el otro.

-Sebah. . . Por favor déjame remplazar a Pai. . . Quiero estar contigo . . . Te necesito . . .