Capítulo 14.

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Maldita sea. Desde su posición podía percatarse de la pequeña, apenas perceptible sonrisa burlona de Danzo. Apretó sus puños con fuerza, había salido de la aldea con ayuda de sus compañeros. En busca de apoyó de Suna para destronar aquel hombre. Apenas y había entrado al país del viento con vida, siendo encontrado por un grupo de gennin de la arena.

Apenas dio un paso dentro de Sunagakure pidió hablar con el Kazekage a riñas por parte de Temari. Explicando cada uno de los sucesos dentro de Konohagakure. Incluyendo el coma de la quinta Hokage y su resguardo dentro del Clan Hyuga. ¿Es que acaso Tsunade-sama habrá...?

El sepulcral silencio que lleno la sala, les hizo tensarse. Shikamaru frunció el ceño, dando un paso al frente. Se detuvo en seco, observo la mano de Gaara por debajo de la mesa detenerle. Inhaló y exhaló, tratando de tranquilizarse.

—Antes de empezar a discutir está situación, hay algo importante que quiero mencionar—bufó el Shimura.

—¿Qué?—frunció el ceño el Raikage.

—El líder de Akatsuki probablemente es Uchiha Madara—soltó.

La sorpresa lució en las facciones de cada uno de los presentes, incluyendo a los guardaespaldas, quienes aún jóvenes sabían de la historia de uno de los fundadores de la primera aldea ninja.

—¿Qué no lleva muerto varias décadas?—cuestionó Gaara.

—Tiene razón...—comentó de acuerdo el Tsuchikage. —No conozco los detalles, pero la información es muy confiable—soltó. El Samurai tosió ligeramente, la atención de los cinco kages se centro en ellos.

—Quiero hablar en nombre de una nación neutral—inquirió Mifune.

—El líder de Akatsuki ha sido capaz de tomar ventaja de estos tiempos...—comenzó con tranquilidad. —Pero shinobis de esta generación han podido terminar con algunos de ellos—miró con seriedad. —Según la información del libro bingo, se conocen diez rostros como miembros de la organización—inquirió. Shikamaru observó con atención. —Cinco de sus miembros han caído en batalla por algunos shinobis de las filas de Konohagakure—miró a Danzó. El hombre asintió.

—Ninjas de clanes Yamanaka, Akimichi, Hyuga, Uzumaki, Hatake....—Danzo fue interrumpido.

—Y Uchiha—soltó Gaara. —Entre las pequeñas aldeas, corre el rumor de la muerte de Orochimaru a manos de Sasuke Uchiha—informó.

—Es al punto que quería llegar—suspiró Mifune. —Debemos tomar las desgracias como oportunidades, en su caso Konoha debe ver el caso de Sasuke Uchiha asi—soltó.

—A lo que me lleva a tomar medidas extremas...—entabló Danzó. —Colocar a Uchiha Sasuke en el libro bingo por cuestiones altivas—inquirió. Shikamaru frunció el ceño. —No es más un shinobi de Konoha, deserto de la aldea hace tres años, convirtiéndose en discípulo de Orochimaru—informó. Los Kages le miraron con enfado.

Nadie a excepción del Kazekage se mantuvo al margen, por cuestiones éticas y diplomáticas entre Konohagakure y Sunagakure, la arena tenía conocimiento del caso de Uchiha Sasuke. Gaara suspiró.

—Entiendo su punto Hokage-dono—afirmó el Tsuchikage. Mifune asintió.

—Hasta que la amenaza de Akatsuki sea eliminada, se establecerá la primera alianza shinobi de las cinco aldeas ocultas—soltó el samurai. —Y Konoha puede disponer del menor de los Uchiha como plazca—terminó.

—¿Alianza shinobi?—frunció el ceño el Raikage.

—Parece un buen plan... Nos encontramos en un estado de emergencia—comentó el Shimura. —La cooperación es crucial—inquirió. Mifune le miró con seriedad.

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