Capítulo 17.

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Parpadeó un par de veces antes de abrir por completo los ojos, un ligero zumbido le hizo tapar sus oídos y por consecuencia cerrar sus ónix con fuerza. Una vez recuperado, abrió los ojos, detallando su alrededor, observó a su equipo dormido. Su mirada se poso en Itachi el cual abrió los ojos, mirándolo con tranquilidad. Busco la mata rosa cerca del Uchiha mayor. No esta.

Giró el rostro, frunciendo el ceño al instante. La vió finalmente, Sakura yacía frente a Suigetsu, su respiración se hizo tosca al percatarse de la mano de la pelirrosa apenas rozando el labio del Hozuki. Gruñó sin darse cuenta.

Escuchó a Itachi carraspear, la mirada de ambos ninjas se posó sobre él. Sakura sonrió ligeramente, bajando su mano ya sin chakra. Instintivamente la ónix mirada del Uchiha menor volvió a posarse sobre la pelirrosa.

Observó aquellos jades cruzarse con sus ónix. Un pequeño atisbo de tranquilidad y satisfacción sacudieron su pecho. Estiro sus labios en una pequeña y apenas perceptible sonrisa. Ella...

—Sasuke.... -kun—la escuchó. Su pecho volvió a sacudirse. ¿Qué mierda estaba pasando?

Su mirada analizó cada rasgo de su rostro. Suspiró aliviado. Posando su ónix mirada en el distinguible pelo rosado y ojos verdes. Sonrió un poco al reparar en su rostro... Observó el tenue rojizo hacerse en sus mejillas. Y finalmente atendiendo aquella mirada. Por tercera vez su pecho se sacudió. Aquellos jades le miraban con sentimiento.

—Sakura...—soltó, mirándola a los ojos.

—Suigetsu...—soltó el peliblanco.

La Haruno le miro con gracias. Los violetas del Hozuki se posaron en los ónix del Uchiha, bufando ligeramente ante la hostil mirada que el azabache le daba. Suigetsu rodó los ojos antes de ponerse de pie y despedirse para así sentarse cerca de Juugo y Karin, recostándose, dándoles la espalda.

Loa jades de la pelirrosa, habían seguido al Hozuki hasta su lugar. Regresando para asi posarlos sobre el Uchiha, el cual le miro con una ceja en alto. La Haruno tosió ligeramente, desviando la mirada para ocultar su nerviosismo. El Uchiha frunció el ceño, parpadeando un par de veces.

—¿Estas bien?—cuestionó la ojijade.

—Mi visión cada vez es más borrosa—bufó el azabache.

—Mañana haré el transplante, apenas Itachi despierte—comentó con tranquilidad.

El Uchiha cerró los ojos con tranquilidad. La escuchó moverse y pronto algunos pasos dirigirse hacía él. Inhaló reconociendo aquel suave y tenue aroma. Cerezos. Se tensó al sentir las manos de la pelirrosa sobre sus hombros. Empujándole con tranquilidad. Se dejo hacer.

Una pequeña sonrisa se estiro sobre sus labios. Rememorando en otras lejanas situaciones aquella misma acción. Suspiró ligeramente. La tranquilidad con la que contaba su cuerpo en ese momento le hizo bajar la guardia.

—Solo será un momento—la escuchó.

La tenue calidez y el ligero brillo que aún notaba con los ojos cerrados le hizo mantenerse tranquilo. Sakura examinó cada uno de los finos rasgos que el rostro del Uchiha tenía. Sonrió ligeramente sonrojada.

Un par de días habían transcurrido desde la reunión de los Kages. Las noticias de la pronta guerra comenzaron a escucharse en todos los lugares. Civiles y ninjas de Konoha aún esperaban el retorno de su Hokage. Un regreso que les tenía preocupados por la ultima noticia. El Hokage ha muerto.

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