4

777 117 14
                                    

Joaquin suspiró cuando su alfa y su pequeño cachorrito de dos meses se acurrucaron a ambos lados de su cuello. Los dos hombrecitos estaban dormidos y lo tenían apachurrando como si fuera el relleno de un sándwich gigante.

Inconscientemente ambos lobos restregaban su nariz sobre su cuello, podía sentir la marca de olor que Emilio le daba y la manera en que el olor ligero a vainilla y tabaco de su cachorro se hacía más fuerte.
Cuando su pequeño Lukas había nacido casi de inmediato supieron que sería un alfa, era muy raro que un cachorro naciera con un olor tan fuerte y mucho menos que constantemente quisiera poner su olor sobre su padre omega o que imitaba los gruñidos de Emilio.

Era gracioso cuando trataba de gruñir igual que su padre alfa, su pequeño cachorrito vibraba desde su pechito enseñando sus encías desnudas. Desde ese primer momento supieron que su hijo sería un alfa, aunque la presentación de los niños era hasta los diez, su cachorro no se ajustaba a esa regla.

ᅳBuenos días, cachorrito ᅳel saludo de Emilio lo exaltó de manera agradable. Nunca se cansaría del matiz ronco y cálido que tenía su alfa por las mañanas.

ᅳBuenos días, para ti. Podrías ayudarme con este pequeño alfa, creo que quiere hacer un agujero en mi garganta.

ᅳLe encanta marcarnos, es seguro que será un alfa ᅳdijo Emilio levantándose de su hombro sonando perfectamente orgulloso de su retoño.

ᅳLo es, ya se comporta como uno todo el tiempo. Recuérdame no llevarlo a la oficina nuevamente.

ᅳHablando de, tenemos que llevarlo con el pediatra ᅳrecordó Emilio y la preocupación era evidenteᅳ. Aunque me encanta que sea un alfa, no es normal que tenga ataques de esa magnitud.

ᅳLo sé, también estoy preocupado.

Suspiró mientras su cachorrito era alzado en brazos de Emilio, lo escuchó gruñir pero no se despertó solo se acurrucó en la garganta de su padre alfa y con un bajo ronroneo frotó su naricita.

ᅳTe está marcando de nuevo ᅳseñaló Joaquín y aunque era hermoso que su cachorro los marcara como suyos sabían que los incidentes recientes no deberían de haber sucedido.

Joaquín recordaba claramente cómo fue la primera vez que había llevado a su cachorro al trabajo, su bebé había estado dormido cuando ingresaron a la planta. Se había removido incómodo y despertado de manera abrupta.

Recuerda que el olor de su bebé se había intensificado y le había dado su pequeña marca, pero en cuanto una alfa había estado demasiado cerca de ellos el niño comenzó a llorar.

Ni él ni Emilio fueron capaces de calmarlo hasta que estuvieron solos en su oficina y extendieron su feromonas a través del lazo familiar. La situación se repitió dos ocasiones más y Lukas se privó en llanto.

ᅳÉl lo hace, amo que me marque con su olor pero supongo que vamos a tener que aceptar lo que Asher dijo.

Asher era el pediatra de Lucas y él había sugerido un tipo de terapia no invasiva que inhibiera el alfa de su hijo y lo fueran soltando progresivamente hasta que tuviera una edad más avanzada.

Dijo que era un procedimiento progresivo y que recomendaba también que cuando su hijo cumpliera al menos los dos años estuviera en el programa de entrenamiento para alfas puros.

Ellos lo habían discutido y pensado detenidamente, sabían que sería lo mejor para su hijo. No podían permitir que se hiciera daño de alguna manera.

ᅳEs lo mejor para nuestro cachorro. Voy a agendar una cita con él esta misma tarde, no vale la pena retrasarlo más.

Emilio lo miró de manera triste, extrañarían las marcas de su cachorro.
La consulta con Asher había llegado solo dos días después. Joaquín había tomado esa semana fuera de la oficina porque no quería estar lejos de su bebé y Emilio.
Pero sabía que su trabajo no podía quedar pausado para siempre y necesitaba llevar a su bebé con ellos, pero dada la situación con Lukas era imposible estar cerca de otros alfas e incluso betas.

ᅳBuenas tardes, señores Bondoni.

El médico los saludó, y luego los invitó a entrar, Lukas en los brazos de Emilio se mantuvo bien dormido, confirmando una vez más que la cercanía de otros omegas no parecía alterar el comportamiento de su pequeño cachorro.

Ambos saludaron y se sentaron frente al médico.

ᅳSupongo que han tomado una decisión en cuanto a Lukas ᅳambos asintieron de manera rígida y el semblante de Asher pareció ablandarseᅳ. Sé que puede resultar difícil aceptar un procedimiento así para un cachorro tan pequeño como su hijo, pero les aseguro que será rápido y no afectará su desarrollo de ninguna forma.

ᅳLo sabemos doctor, pero sigue siendo preocupante para nosotros que nuestro hijo se haya presentado a edad temprana.

ᅳComprendo, si bien no es común que los cachorros se presenten desde el nacimiento no es nada de lo que alarmarse, el caso está bien documentado y si se conjunta con el entrenamiento de alfas puros, Lukas no tendrá ningún problema más adelante

ᅳAsher hizo una pausa y los miró a ambosᅳ. Claro, su hijo será un alfa mucho más fuerte de lo normal, pero logrará un control igual que el de una alfa de menor rango.

ᅳ¿Entonces esta terapia, dormirá de alguna manera al alfa? ᅳpreguntó Emilio aún demasiado inseguro.

ᅳPor decirlo de alguna manera, sí. Pero el olor de su hijo seguirá ahí, incluso puede que no pierda completamente su actitud alfa, pero no será tan violenta como lo ha sido hasta ahora.

Ambos asintieron y después de unos segundos de silencio Emilio y Joaquín se miraron solo para asentir en mutuo acuerdo.

ᅳDe acuerdo, nos gustaría tener un poco de privacidad antes de que haga el procedimiento ᅳpidió Joaquín y su voz sonó más dura de lo que pretendía, sin embargo, Asher le sonrió antes de salir del consultorio.

ᅳTodo estará bien, Minnie. Es lo mejor.

ᅳLo sé, no quiero que le pase nada malo a nuestro cachorro.

Ambos se abrazaron con su hijo en medio, liberaron su lazo familiar y Lukas se removió buscando enterrar su carita en el cuello de su padre omega. A pesar de estar dormido el olor de su cachorro se hizo más fuerte, marcando como suyos a sus padres y su cuerpecito vibró de gusto cuando sus padres también le dieron la marca de pertenencia familiar.

Joaquín lloró un poco, pero sabía que todo estaría bien. Su familia estaría bien, no importaba que.

Cachorrito Mimado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora