❝Tiny alpha❞ ✧ [JiKook] [Adaptación]

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Jimin miraba por la ventana de su salón de clases mientras el profesor explicaba algo que no le interesaba realmente. La escuela no era algo que el alfa disfrutara mucho, al contrario, no veía la hora en la que su martirio terminara.

Las clases largas y aburridas, sus compañeros unos idiotas que no hacen más que burlarse de su aspecto y lo único que alivia su horario son los recesos y los almuerzos con su mejor amigo -y vecino- Hoseok, quien tenía un dulce aroma a fresas y un gran carácter. Lastimosamente, el omega era dos años menor que él, así que obviamente no van juntos a ninguna clase. Aún así Jimin siempre esperaba con ansias que la campana suene y así poder, literalmente, escapar de su clase e ir corriendo hacia el menor.

Cuando la clase acabó por fin Jimin se levantó de su asiento y fue hasta la puerta, pero, antes de que pudiera salir del salón, uno de sus compañeros de clases le puso una traba para que cayera y lo logró. Jimin cayó al piso y por suerte pudo atajar su cuerpo con sus manos para evitar golpearse el rostro.

—Lo siento —dijo su compañero alfa— no te vi —dijo burlón, luego de eso él y su grupo de idiotas se fueron del salón. Jimin hizo lo mismo y se fue a la cafetería sin ánimos para comer, el alfa de Jimin le reclamó una vez más por no defenderse de los otros alfas, pero ese lado de Jimin aún permanecía oculto dentro de él.

A pesar de haber recibido burlas toda su vida aún no entendía que tenía de malo, no era alto como todos los alfas, pero no entendía por qué razón era malo ser un poco más pequeño que los demás. Trataba de no ponerle atención a los comentarios maliciosos, pero era algo difícil cuando todos los días se lo recordaban sin falta.

Jimin suspiró ante sus pensamientos y miró alrededor, esperando a ver a su amigo en alguna mesa, ya que el omega siempre le guardaba un lugar, pero no lo vió así que supuso que se le había hecho tarde. Se sentó en una mesa y no empezó a comer para esperar a Hoseok. El alfa sacó su teléfono para distraerse un rato así que no pudo ver al omega acercarse, solo notó su llegada cuando este lo saludó.

—Jimin-hyung —dijo el menor para llamar su atención. El alfa levantó su vista para ver a Hoseok, pero el omega no estaba solo, otro chico lo acompañaba y Jimin captó rápidamente el olor; era un omega, bueno no era solo un omega si no que era el omega más lindo que había visto hasta el momento.

Cabello castaño, perfectamente arreglado y un olor suave a caramel macchiato, además traía puesto un enorme suéter de color crema.

—Hola, Hobi—dijo Jimin tratando de parecer calmado aunque su alfa se estuviera volviendo loco ante la hermosa vista.

—Hola —el omega sonrió a su amigo— Él es Jungkook, hyung —dijo presentando al otro omega— Se mudó la semana pasada y apenas hoy empezó la escuela así que estuve mostrándole un poco el lugar.

—Hola, Jungkook—Jimin se sintió realmente bien pronunciando ese nombre, como si toda su vida hubiera estado esperando para decirlo.

—Es un gusto, Jimin-hyung —Jungkook estiró su mano hasta el alfa y este correspondió al gesto. La mano de Jungkook era tan suave, él normalmente no era fan de hacer contacto físico con alguien que apenas conoce pero esto era completamente diferente, todo dentro de el quería acercarse a Jungkook.

Luego de la presentación ambos omegas se sentaron frente al alfa para comer con él.
Hoseok notó rápidamente que Jimin estaba algo interesado en Jungkook, además de que obviamente su olor había cambiado, así que decidió ayudar un poco a su hyung.

—Jungkook vive a tres cuadras de nuestras casas, así que le dije que se podía ir con nosotros para que no se pierda —dijo Hoseok.

—Solo si no molesto, puedo usar Google Maps así que no hace falta.

—Vamos, Kook, no podemos dejar que te vayas solo, además no nos cuesta nada, ¿verdad, hyung? —miró a Jimin.

—Sí, sí, no hay problema con que vengas con nosotros —por supuesto que al alfa no le molestaría pasar un rato con el lindo omega.

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Jimin esperó a los omegas fuera de la escuela una vez que lasclases habían acabado, aunque no salieran todos los días en el mismo horario elalfa siempre esperaba a Hoseok para que no tuviera que volver solo y si elmayor no tuviera clases igualmente iría a buscarlo a la salida.

Se apoyó en la pared esperando a ver a los omegas, pero cuando el timbre sonósolo vio a Jungkook caminando hacia él y entró en pánico. ¿Cómo no vió venir eso de Hoseok? Era obvio que haría algo para que se quedara a solas con Jungkook.

—Hola, hyung, Hoseok me dijo que tenía una reunión con el consejo estudiantil y que nos adelantemos —habló Jungkook con un tono suave, bueno en realidad todo en el parecía ser suave, hasta su aroma era suave y también dulce pero sin ser empalagoso.

—Hola, está bien, te acompaño a casa —Jungkook asintió y empezaron a caminar.

Ambos estaban bastante callados ya que de por sí Jungkook no hablaba mucho y Jimin estaba nuevamente tímido, aún así no quería que Jimin se sintiera incómodo y trató de sacar tema de conversación.

—Y... Jungkook, ¿por qué te mudaste a Seúl?, ¿en que ciudad estabas antes?

—Bueno, en realidad no vivo en Corea desde hace bastante, estaba viviendo en Los Ángeles —dijo mirando al alfa.

—¿Eres americano?

—Nací en Corea —corrigió— pero mis padres decidieron ir a vivir a América y por algunos problemas volví junto a mi madre...

—Entiendo, bueno espero que te acostumbres y que estés cómodo —dijo Park animando al menor.

—Gracias, hyung y gracias por acompañarme. Hoseok y tú fueron muy buenos conmigo.

—No hay de qué, puedes decirnos si necesitas algo —Jungkook sonrió y terminó de derretir el corazón de Jimin , el alfa rogaba para que Jungkook no estuviera sintiendo sus feromonas de felicidad.

—Gracias —Jungkook dejó de caminar— Aquí es.

—Bueno, nos vemos mañana en la escuela —Jungkook asintió y Jimin empezó a caminar para ir a casa.

—Espere, hyung —el alfa se detuvo y miró a Jeon— ¿Puedo tener tu número de teléfono? —Jungkook pareció ser tímido de repente.

—Claro —Jungkook se acercó a él y le dio su celular desbloqueado para que pudiera agendarse, Jimin anotó su número y le devolvió el celular.

—Listo, ahora sí me voy, hasta mañana.

—Hasta mañana — Jungkook hizo una pequeña reverencia y se fue a casa, Jimin empezó a caminar nuevamente con esa sensación de felicidad en su interior y caminó con una sonrisita boba en la cara todo el camino.

Nunca un omega le había pedido su número y menos uno tan hermoso como Jungkook, bueno, Jungkook no era como los demás omegas.

Después de todo, Jungkook quedó cautivado con el suave aroma a chocolate amargo que tenía naturalmente el alfa.