𝐀𝐍𝐃𝐑𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 [JinTae]

O1O [The End]

Caminaron en silencio por el pasillo del edificio. SeokJin sentía miedo, por distintas cosas.

Primero: Como ya lo había dicho antes, siempre sabía qué hacer y ahora mismo no sabía. Recuerdos latentes pulsaban en su cabeza, recuerdos traumáticos que todo ese tiempo trató de borrar, pero ahí estaba, llevándose a un chico a su apartamento, a su habitación.

Segundo: Era la primera vez de TaeHyung, él sería quien tomara su virginidad, debido a muchas cosas vividas por sí mismo, consideraba eso algo muy pesado, no era para tomar a la ligera.

Tercero: Se sentía abrumado por la creciente necesidad de tomarlo, luego de encontrarlo en medio de su oscuridad, pidiéndole ir hacia él.

SeokJin sabia que esto podría ser un desliz de TaeHyung, era demasiado consciente sobre los sentimientos del chico, por eso tenía miedo que después de esto, el pelirrojo lo deje, pero...Cuando él tomó la decisión de perseguirlo para enamorarlo, también asumió este riesgo.

Sin embargo, asumir un riesgo no significa que abandones el miedo, por su puesto que lo tienes, pero avanzas con eso cargándola en tu espalda.

SeokJin abrió la puerta y dejó entrar a TaeHyung primero.

TaeHyung más que asustado, estaba nervioso, preocupado, hace unos momentos atrás SeokJin había sufrido una crisis y se sentía egoísta seguir con esto, pensaba en lo complicado que era para el pelinegro ahora mismo. Si SeokJin quería detenerse, él lo respetaría, después de todo, nunca tuvo sexo antes, no era urgente tenerlo ahora.

El menor se volteó con confianza hacia el pelinegro, con la intención de hacerle saber que todo estaría bien, pero ni bien alcanzó a girar, SeokJin le atrapó entre sus brazos, el pequeño lo sintió temblar. Definitivamente esto era difícil para él.

—¿Todavía quieres hacer esto?—Preguntó SeokJin, hundiendo su cara en  la curvatura del cuello de TaeHyung.

—Yo te iba a preguntar eso—Susurró el menor.

El pelirrojo abrazó por los costados a SeokJin, acariciando la zona, esperando proporcionarle paz. Unos segundos más tarde, el pelinegro comenzó a avanzar más adentro del apartamento, con TaeHyung aún envuelto entre sus brazos, juntos caminaron pegados hasta la habitación.

Todo se hizo con cautela, SeokJin con delicadeza y TaeHyung ofreciendo de si lo mejor que podía hacer: otorgarle confianza a su compañero.

Con cada toque y sensación sobre su cuerpo, el pelinegro tenía una lucha por mantenerse en el presente y no perderse en sus recuerdos. Miraba los bondadosos ojos del pelirrojo para aferrarse en lo diferente que eran las cosas.

Mientras los cuerpos colisionaban entre si y el torbellino de sentimientos, distintos pero conectados, la espesa noche se hizo larga y la luna en la ventana era la única testigo de lo que los chicos estaban haciendo.