Capítulo III

2 1 0
                                    

Me desperté en una camilla blanca, rodeada de enfermeras, doctores y aparatos que median mis latidos. Abrí mis ojos y veia borroso, hasta que me di cuenta de que estaba en un hospital y me quedé pensando unos segundos
- ¡Papá, ¿Que pasa?!
- Nada Ethan...
Recuerdos invadían mi mente; auto, camión, frenos, choque, mi padre...
- MAMÁ -grité exaltado y sudando-
- Tranquilo Ethan -me dice una mujer -Yo soy Mary, tu doctora, ¿Sabes por qué estás aquí?
- Emm.. ¡Ahg! -trato de levantarme pero no puedo porque mi cuerpo está adolorido-
- Ethan no te muevas, ¡Doctor, el paciente se ha despertado!
- Es que no, no, no, ¿Donde está mi mamá?
- Primero dejemos que el doctor te revise y luego hablamos -dijo Mary tratando de calmarme-
Mientras vuelvo a acostarme, veo por lo lejos a un doctor alto, con cabello castaño y ojos marrones acercase
- Hola Ethan, soy Edward
- Hola..
- Bueno, voy a revisarte para saber que todo está en orden, ¿Como te sientes?
- Me duelen las piernas y un poco el estómago
- Entiendo... Mira, tu madre choco y tu estabas atrás, por suerte no pasó nada grave, así que en esta semana vas a estar en silla de ruedas pero, vas a volver a caminar
- ¿Donde está mi madre?
- Ethan... Tu madre lastimosamente murió
- ¿Qué? No, no puede ser ¿Mamá! -trato de escaparme de la camilla pero no lo logro por el dolor-
- Ethan tranquilo, tu padre está en la otra habitación, ¿Quieres verlo?
- Si... -digo entre lágrimas-
Doy vuelta mi cabeza hacia la almohada tratando de contener las lágrimas pero no logro hacerlo.
- Ethan, muchacho -me sorprende la voz de mi padre-
- ¡Papá! -nos abrazamos y hundo mi cabeza en su hombro-
- Ya muchacho, todo está bien -siento caer sus lágrimas en mi espalda- En unas horas nos vamos a casa, tu tranquilo
- No puedo papá, no puede ser
- Si lo es cariño, vamos a solucionar todo, vamos a salir adelante, lo prometo
- ¿Dónde está Sophie?
- Está en observaciones, no le pasó nada pero tenían que revisarla
- ¿Y tú?
- Yo solo me quebré el brazo cariño, nada grave
Sigo llorando con el, no puedo creer que mi madre ya no esté. No me imagino llegar de la escuela y que ella no esté cocinando, quedarme despierto en la noche para verla llegar y que me traiga dulces, simplemente no puede ser...

...


Se cumple un mes desde el accidente, ya puedo caminar y estamos en casa. Mi padre, por otro lado, está muy mal.
No sé que le sucede, me cuidó a mi y a Sophie dos semanas hasta que pude caminar con normalidad, el quiere que nosotros pensemos que es fuerte, que dejó todo atrás, pero de noche lo escucho llorar, escucho como abre los albumes de fotos y mira todo con tristeza. Como reproduce los videos que grabamos en nuestras vacaciones y cumpleaños, como se embriaga y droga todas las noches.
Llega un día en que decidí ayudarlo, no sabía como, pero tenía que hacerlo. Salí de mi habitación para hablarle, para decirle que yo me podía encargar de Sophie mientras el buscaba ayuda, pero algo mal andaba. Camine el pasillo que hay desde mi habitación hasta la el living, eran las 2:00 AM, así que, sabia que el estaría ahí viendo fotos de mi madre, además de que estaban todas las luces prendidas.
- Pa, yo se que estás mal -hablaba mientras miraba el suelo, porque sabía que no podía verlo llorando- Sé que estás tomando mucho, sé que ves los videos y fotos de mamá mientras dormimos...
-¿Papá?
Mi padre estaba tirado en la mesa, pensé que estaba dormido, así que, me acerque para despertarlo porque estaba decidido a hablarle
- Pa, despierta por favor, necesito hablar contigo -muevo su hombro- Papá, dale pa, -lo muevo más fuerte pero no reacciona, así que, lo muevo más fuerte y se cae-
¡PAPÁ!
No podía creer lo que estaba viendo, mi padre estaba acostado en la mesa, arriba de lo que parecía ser su vomito, no lograba reaccionar. Corro hacia el teléfono de la casa para poder llamar a la ambulancia y marco el 911
- 911 ¿Cuál es su emergencia?

it's more than drugsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora