Capítulo 2

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Pov

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Pov. Kim Taehyung

Su voz era suave, pura y completamente hermosa, las notas salían claras de su boca y yo solo atiné a cerrar los ojos escuchando la hermosa melodía, definitivamente Jeon Jungkook tenía una voz digna de admirar. Habían pasado ya dos semanas desde que me había dado ánimos por así decirlo y ahora la convivencia era más llevadera, de hecho, nos habíamos vuelto ¿amigos? Bueno... Hablamos todos los días, jugábamos, reíamos y a veces solo nos apetecía permanecer callados, nos cuidamos entre nosotros y estaba bien, aunque estaría mejor que ahora no me gustase; antes pensaba que era solo un idiota, pero simplemente estaba enojado con la vida y en realidad era una persona maravillosa.

No podía comprenderlo puesto que yo había convivido con mi enfermedad desde que nací, lo que sí comprendía era ese enojo con la vida ya que lo había sentido pero la diferencia entre él y yo es que Jungkook había probado todo eso que siempre deseé, había corrido por el mundo, había tenido un montón de aventuras, había vivido mientras yo solo sobrevivía.

En las noches las conversaciones se hacían más sinceras, más sensibles, tal vez ¿sentimentales? A veces nos íbamos a dormir con los ojos aguados y algo tristes, otras veces enojados y la mayoría con sonrisas en nuestros rostros. Me gustaba cuando me contaba sus aventuras, simplemente cerraba los ojos y me imaginaba a mí en su lugar tratando de sentir aquello que él había hecho y estaba bien, creo que eran mis historias favoritas a tal punto que le pedía que contara cierta historia en concreto. Esa habitación del hospital se volvió algo así como nuestro lugar seguro.

Ayer en la noche Jungkook declaró que le parecía alguien muy bello, mi sorpresa era enorme pero mi corazón se agito un poco, no se imaginan aquel revuelo que hubo en el hospital al ver mi ritmo cardiaco aumentado, los doctores y enfermeras entraron apresurados al escuchar como el monitor marcaba una arritmia o bueno dos con las de Jungkook, fue algo gracioso, pero no tanto para los que nos rodean.

Mis ojos seguían cerrados y la verdad tenía demasiada pereza como para abrirlos.

—Taehyung — escuché cómo me llamaba Jungkook, pero solo decidí ignorarlo, después de todo el amor de mi vida me puede esperar ¿no? — TaeTae — awww ya me tiene mote ¿Puede alguien ser más tierno que él? — Tae ya te vi sonreír, despiértate. — Arrugue mi entrecejo corrigiendo lo anterior ¿Puede alguien ser más molesto que él? — Tae — gruñí cuando de pronto sentí como sus labios tocaban tímidamente los míos y abrí mis ojos de golpe.

—Al menos invítame un café primero — le moleste cuando se separó, sus mejillas estaban completamente rojas y evitaba a toda costa mi mirada.

Sentimos como en la habitación irrumpieron y volteamos a ver a las enfermeras en turno haciendo sus rondas por el piso.

—Buenos días, chicos, estamos aquí para revisar sus signos vitales — saludo la enfermera y nosotros simplemente asentimos con una sonrisa.

Después de la revisión se retiraron no sin antes decirnos que tuviésemos cuidado con esas mini taquicardias que solíamos frecuentar por los sentimientos que habían empezado a surgir entre nosotros, de hecho, estaban planeando separar nuestros cuartos solo por si acaso, pero nosotros vivimos quejándonos acerca de ello.

Las semanas pasaron tranquilas entre nuestras cuatro paredes hasta que una mañana entró el médico con una sonrisa de oreja a oreja seguido de mi familia que también estaban igual, habían encontrado un donante de corazón compatible conmigo, después de años de espera por fin tenía respuesta. Esa mañana se llenó de alegría, tanto los doctores, las enfermeras, como mi familia y la de Kook estaban felices por mí. Yo solo quería saltar sobre la cama y gritarle al mundo lo feliz que me sentía, ese día en la noche Jungkook me felicitó con una de esas sonrisas sinceras y hermosas que solo él me daba, lleno de besos mi cara y con una enorme sonrisa de conejo pronunció:

—Te lo dije — sonreí ante ello mientras negaba con mi cabeza — Te dije que saldrías de aquí, no prometo nada que no pueda cumplir — dijo presumido mientras sonreía. 

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Un corazón para KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora