Aunque la realidad es cruel, pude escapar de ella conscientemente, lo hice por mi bienestar, y en ella encuentro tanta paz, mi alma se siente tan contenta...
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-
Hmm... No lo he visto.... Quizá solo fue una vez, regresaré a mi cuarto.
El peli verde camino para llegar hacia su cuarto, un poco decepcionado, creía que vería nuevamente al chico de hace algunos días.
-No quiero regresar, pero tampoco puedo quedarme aquí... -Pensó- ¿¡Cuando saldré de aquí!?, ¡No me siento tranquilo sin-
-Hola.
-¿Ah? -Volteo-
-Soy shoto, ¿Me recuerdas?
-Shoto... Ah si, te recuerdo.
-¿Cómo estas?
-Ah, bien, ¿Y tu?
-Igual bien.
-Hmm... -Sonrió levemente- ¿Y qué hacías por aquí?
-Vine a visitar a mi madre, voy de salida.
-¿Dónde es la salida?
-¿Uhm?, ¿No sabes donde es?
-La verdad no, me he quedado todo el tiempo en mi cuarto... -Dijo con tristeza-
-Oh ya veo... ¿Y tu que haces aquí?
-...
-Ah... Perdón por la pregunta, si te molesta no contestes.
-Después de una sobredosis me quedé internado aquí para mi tratamiento en contra de mis adicciones.
-¿Y has podido superarlo?
-No.
Hubo un silencio que parecía ser eterno.
-¿No te gustaría ir a la azotea?.
-Si.
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-¿No crees que el atardecer es lindo? -Hablo el bicolor-
-Si, me gustaría que sea eterno, pero, es mejor que este así, ya que podré esperarlo con ansias cada día...
El heterocromático miro atentamente al peli verde; el viento soplaba lentamente, haciendo que sus cabelleras tengan un movimiento lento, las miradas se cruzaron, en aquel momento ambos corazones latian al mismo ritmo, aquellas pupilas se dilataban, cada alma era visible mientras la luz del sol las alumbraba. Hasta que ese momento tan tranquilo se acabó, el sol se oculto y alguien llegó.
-Joven izuku, ya es tarde, ¿Me haría el favor de ir a su habitación?
-Ah, si claro señorita.
-Y usted... Joven...
-Shoto.
-Si, shoto, cerraremos pronto, puede retirarse.
-Pero, ¿No cierran hasta las 10?
-No, hoy por órdenes cerraremos temprano. Joven izuku, es hora.
-Si... Shoto, ¿Quieres ir conmigo?
Sonrió - Si.
Al llegar a la habitación de izuku shoto se despidió.
-Izuku, me alegró estar contigo el día de hoy.
-A mi también me gusto mucho.
-Mañana vendré, ¿Me acompañarías de nuevo?
-¡Si!
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