Capítulo cero

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Para la gente que vive en el vecindario, hay dos cosas que pueden decir sobre los gemelos Sermrittirong y cómo distinguirlos. El hermano mayor, Pran, es un niño dorado. Su madre siempre va a presumir acerca de sus logros y cómo llegará lejos; el menor, Pang, es una persona mucho más relajada. Dissaya, en general, nunca se va a quejar de eso, porque sigue siendo relativamente bueno en sus estudios, solo que es una persona que prefiere pasar sus días jugando y corriendo que estudiando.

La segunda cosa tiene que ver con su vecino. A los ojos de los demás, y es tan claro como el agua, quien tiene una mejor relación con el hijo mayor de los vecinos es Pang, quien es menos estricto en cuanto a su odio con la otra familia se refiere. Pran y Pat (el hijo de los vecinos) siempre están compitiendo por todo, como herederos del conflicto legendario entre ambas familias. Si alguien quiere estar al pendiente del ranking, seguramente Pang tiene registro de cada uno de los eventos en los que su hermano mayor ha ganado, y Paa, la hermana menor de Pat, hace lo mismo con su propio hermano.

Dice la leyenda que los vas a encontrar juntos siempre, aunque nunca en términos amistosos. Desde que fueron aceptados en el jardín de infantes, la suerte los ha juntado en las mismas clases. Sobre todo, a Pran y Pat, los eternos rivales.

Por eso nadie se sorprendió cuando los tres fueron aceptados en la prestigiosa Escuela Secundaria Ritdha, en una de las áreas más privilegiadas de Bangkok.

Dissaya mira los resultados de sus dos hijos en la mesa. La sonrisa en su rostro no se la va a borrar nadie pronto, a pesar de que sus dos hijos se están muriendo por dentro a causa de la desesperación.

Han sido aceptados, sí, pero ambos saben que esa secundaria no tiene un sistema común. Pang está mucho menos nervioso que su hermano, pero eso no es mucho cuando Pran siempre ha alcanzado niveles extremos con cada emoción que tiene. Dissaya abre la hoja de los resultados. Ambos saben que es la hoja de Pran cuando su sonrisa se ensancha.

—Clase uno —murmura Dissaya. Su padre le da una palmadita con orgullo a Pran.

Pang suspira. Él, a decir verdad, no puso tanto esfuerzo con su hermano como debería en ese examen, pero de todos modos tuvo un duro momento de tensión porque quería quedar en esa escuela. Tenía un solo objetivo en mente: mudarse a los dormitorios y hacer que su madre dejara de mirarlo con algo parecido a la decepción.

Cuando Dissaya lee el otro papel, se aclara la garganta. Pang lo sabe, que estaría en una clase inferior a la de Pran. Sabe que sus padres están en la misma sintonía que él, pero el repentino suspiro de su padre y la palmada, esta vez de consuelo, dura más tiempo en su espalda.

—Clase ocho.

Bueno, qué noticia. La clase ocho es la última clase. Significa que, entre la élite, es de los más bajos. Pero aun así es de la élite, ¿no? Quiere decirle algo a su madre, pero ella ya ha dejado ambas cartas en la mesa. Su sonrisa no ha vacilado, pero hay una cierta tensión en ello.

—No importa —dice Dissaya—. Todavía está el examen de reasignación de décimo grado. Es durante el primer semestre, así que tienes oportunidad de ascender en la escalera.

Pang asiente.

—No pierdas tu tiempo en Ritdha, estudia mucho para que puedas elevar tus notas, ¿entiendes? Nada por debajo de 2.9.

Luego le muestra a Pran su hoja.

—Y tú no te relajes. Mantente en esta clase. También está el programa Gifted, tienes que asegurarte un lugar ahí. Y asegurarte de que el chico de al lado no tenga mejor desempeño que tú.

Los dos asienten, y sus padres finalmente los despiden. Solo queda este fin de semana antes de que las mudanzas comiencen. Ambos suben a su habitación, ninguno de los dos tan emocionados como probablemente deberían sentirse.

Gifted Buddy (PangWave, PatPran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora