Capítulo seis

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Era cada vez más difícil ignorar el dolor de cabeza conforme el día pasaba. Se había despertado solo, sin rastros de su hermano o de cualquier otra persona; de alguna manera, era mejor así. Le permitió relajarse un momento, lavarse y hasta desayunar de manera silenciosa, tanto que parecía que no había nadie más en este mundo. Le permitió olvidar, por unos minutos, lo que había pasado la noche anterior.

Solo por unos minutos.

A medida que recordaba lo que sucedió, lo que le había hecho hacer a Nac, su cabeza empezó a palpitar. Leve, primero, por lo que decidió ignorarlo. Pang sabía que no podía hacer mucho por sí mismo y decidió que ir a clase era la única opción que le quedaba; si faltaba, tendría a su hermano sobre él preguntándole si estaba enfermo, o tal vez incluso al profesor Pom, lo que era peor. Pang terminó asistiendo a clases, pero no prestó atención a nada de lo que estaba diciendo el profesor.

Miró alrededor del aula. Su profesor seguía hablando acerca de quién sabe qué, mientras sus compañeros de la clase ocho hacían anotaciones o se distraían con cualquier cosa; ni uno solo parecía conmocionado por lo ocurrido antes. Pang casi se rió a carcajadas enfrente de ellos. ¿No recordaban, acaso? ¿El profesor Pom tenía la capacidad de borrarle la memoria a toda la escuela? A pesar de que muchas personas salieron lastimadas como y que seguramente algunas seguían en recuperación, nadie ahí parecía siquiera interesado en hablar de eso o de verificar que sus amigos estuvieran bien.

Ridículo.

Ese día no tenían que reunirse con el profesor Pom en el aula y tampoco tenían tarea porque los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, entonces todos los alumnos se dedicaban a estudiar todo el tiempo que podían.

Por la razón que fuera, Pang no se había topado con ninguno de sus amigos ese día. Ni entre los pasillos, ni en la biblioteca o en los dormitorios. Sorprendentemente, tampoco se sintió mal por eso. Le dolía la cabeza, estaba estresado y necesitaba estar solo por un momento. Pang había decidido dormir una siesta en la biblioteca o donde fuera, mientras no tuviera que volver a los dormitorios y probablemente encontrarse con su hermano. No quería dar explicaciones a lo sucedido ayer, porque él tampoco estaba seguro de qué es lo que había ocurrido. Solo quería cerrar los ojos, descansar un poco.

Al final, no pudo hacerlo en la biblioteca. Había un par de estudiantes de segundo año ahí. Desde que iniciaron en la clase Gifted, Pang no había visto a nadie de otros años, y no tenía ganas de conocerlos por el momento. Se dio media vuelta y pensó que tal vez debería ir, entonces a los dormitorios. Se arriesgaría a encontrarse con Pran o Pat, sí, pero no tenía una mejor... No, espera, sí la tenía.

Recordó que, la primera vez que descubrieron sobre los potenciales, estuvieron en el salón de cómputo y Ohm había estado durmiendo ahí. También fue el refugio de su amigo cuando

desapareció a Folk. Tal vez, si tenía suerte, encontraría el aula vacía y podría dormir un rato.

Rezando por no toparse con nadie, Pang accedió fácilmente. Era un poco tarde, pero todavía había luz brillando; afortunadamente, la sala estaba vacía. Pang suspiró y acomodó su mochila en el suelo, debajo de un escritorio, y se acomodó antes de cerrar los ojos.

Tuvo un sueño extraño.

En ese sueño, se encontraba en su habitación. No la de los dormitorios, sino su habitación en casa. Dissaya, su madre, le gritó para que bajara a cenar, y él le respondió que primero tenía que encontrar su insignia. Pang buscó entre algunos cajones que estaban en el escritorio de su hermano dicha insignia, aunque él mismo no sabía bien cómo era. Luego escuchó golpecitos en la puerta.

—Pang, la comida se va a enfriar.

—Ya voy, mamá. Todavía no la encuentro.

—¿Qué dices que buscas?

Gifted Buddy (PangWave, PatPran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora