Akaza está en busca de un inquilino que le ayude en sus gastos, y ahí es cuando conoce a zenitsu, su roomie parece ser el indicado sin embargo la convivencia no es tan fácil como pensó, llegando a ponerse las cosas duras y no precisamente de la sit...
No recuerda la última vez que se levantó tan temprano. Llevaba limpiando desde hace un par de horas, a pesar de no ser la persona más pulcra que existe, pero precisamente hoy necesita dar una buena impresión
Termina de acomodar los cojines y luego pasea la mirada por la sala, asegurándose que todo esté bien puesto, prefiere no arriesgarse, así que su idea de hoy es dar la mejor impresión de ser un chico ejemplar para atraer mejores perfiles y para su suerte, el primer aplicante de ese día es un muchacho que a visto en la universidad, jamás a cruzado alguna palabra con el, parece ser el típico chico lindo que siempre anda impecable, ese al que los profesores adoran, y que seguramente trae loca a más de una.
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Pero una semana fue suficiente para que akaza se de cuenta de su error. En estos siete días no solo ha descubierto que zenitsu tiene una vida sexual mucho más activa que la suya, si no que también es bastante ruidoso...
Le ah sido bastante difícil sostenerle la mirada cada mañana luego de haber escuchado en las noches los sonidos obscenos y las palabras subidas de tono viniendo de la habitación de al lado, y si eso fuera poco, ha tenido que soportar ver al novio rondando por el apartamento como si fuera suyo.
—¿Dónde esta el pan? - le pregunta douma, abriendo los cajones de la alacena
—En el mueble de abajo - responde desde el comedor, evitando verlo
Todas las mañanas son iguales, ese tipo sale de la habitación apenas y usando ropa interior, se come unas tostadas con mermelada y luego se marcha. Su roomie al menos tiene la decencia de salir de su habitación ya bañado y cambiado
No tiene idea de como esos dos pueden estar juntos, siendo uno tan correcto y otro tan vulgar, creyó que con el pasar de los dias le bajarían a la intensidad por respeto a su presencia, sin embargo, los días an pasado y nada a cambiado...
Incluso lo a hablado con su amigo, kokushibo le a dicho que la solución es sencilla: pedirle a zenitsu que desaloje la habitación. Claro, es lo que cualquiera haría, su excusa fue decir que le daba pena dejar en la calle a un muchacho tan bueno, obviamente evito mencionar que el verdadero motivo por el que no lo echa es porque su compañero de piso se la pone dura..
Incluso ya no ah podido ver a zenitsu si imaginárselo sin ropa, con la piel perlada debido al sudor, gimiéndole al oido
El rubio ha seguido siendo amable con el, lo cual no hace más facil la convivencia cuando lo único que akaza tiene en mente es empotrarlo contra el mueble más cercano y cogerlo hasta sus entrañas ya no puedan retener tanto semen
Quizá en un principio pensó que en algún momento sus fantasías podrían volverse realidad, pero la verdad es que zenitsu tiene novio, y eso es algo que el no puede cambiar, por lo que no hay motivo lógico para seguir compartiendo piso con alguien asi. Sin embargo, no es algo en lo que puede pensar justo en este momento, no cuando su manos se mueve rítmicamente a lo largo de su miembro erecto. Si había una línea que no debía cruzar era esta: masturbarse mientras escucha como otro se lo coje
«Te encanta, ¿No?» Akaza escucha la voz ronca de douma, acompañada de un constante golpeteo «Darme el culo para que te lo joda, así es, ábrete para mí como la puta que eres»
«S-si... Douma.. me encanta ¡Cógeme más fuerte!»
A akaza le resulta excitante el lenguaje vulgar que utiliza douma, pero su cuerpo completo tiembla al escuchar a zenitsu responder de la misma manera, saliendo su voz tan diferente a lo usual, tan llena de lujuria y obscenidad
Se muerde los labios y cierra los ojos, tiene la frente empapada de sudor y respira agitado mientras intenta prestar atención a cada palabra, haciéndose una imagen mental de lo que está pasando, como en la posición en la que zenitsu debe estar. Lo imagina en cuatro, el golpeteo debe ser la pelvis chocando contra su trasero, a dicho sonido de repente se le agregan algunas palmadas, y su verga vibra de solo imaginar en el delicado culo de zenitsu
El lascivo acto sigue en la habitación de al lado, al igual que el frenético movimiento de su mano sobre su miembro, cuyo glande está empapado y rojo debido a la fricción, ya an sido tantas noches escuchándolos que incluso ah aprendido a detectar la forma en la que zenitsu gime cuando está cerca del orgasmo, ya van tres descargas de espeso semen que van a parar a su abdomen
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Aaaaa perdón si es corto, les juro que el otro cap será más largo ;w;
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