The Good Left Undone (Traducción)

Prólogo "El fin"

Escrita y publicada originalmente en 2010, por el Autor original del Fic: Darth Malleus

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia, le pertenece a Lucasfilm y Walt Disney, tampoco sooy dueño de Naruto, pertenece a Masashi Kishimoto, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

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La mirada de Naruto Uzumaki era inquebrantable mientras observaba a su oponente, sus ojos aumentados veían cada movimiento de sus músculos y cada movimiento de su chakra. Su oponente era uno de los dos últimos miembros vivos de Akatsuki, la organización de criminales de clase S que cambió su vida y le arrancó todo lo que alguna vez amó.

Cinco años, cinco largos años de lucha y guerra, de pérdida y dolor, de ira y odio. Naruto había pensado que todo había terminado cuando derrotó a la primera generación de Akatsuki, pero Madara Uchiha era un individuo verdaderamente retorcido e intrigante, y había reconstruido la organización en las sombras después de su supuesta derrota, dando a conocer su presencia cuando Naruto alcanzo los dieciocho.

Toda la aldea de la Hoja no estaba preparada cuando Akatsuki los atacó directamente. Cuando resurgieron, había sido elevado al rango de Jonin. Fue el próximo candidato a convertirse en Hokage, seleccionado por la propia Sannin.

Incluso él no vio venir esto, y lo peor era que debería haberlo hecho. Con el tiempo, había restaurado las vastas redes de espionaje de Jiraiya y se había convertido en un maestro en el arte hasta el punto en que Tsunade dijo que el viejo pervertido le estaría sonriendo, dondequiera que estuviera. Debería haberlo visto venir, pero Akatsuki había evitado por completo su red, cualquiera de sus espías que encontrara la más mínima información probablemente moriría antes de que pudieran transmitirla.

Diez Shinobi de clase S se infiltraron en Konohagakure no Sato ese día y causaron tantos estragos, tomaron tantas vidas solo para obtener lo que poseía. Había una razón por la que todos eran considerados clase S, S de suicidas. A menos que fuera considerado un Shinobi de clase S, era suicida enfrentarse a uno, y mucho menos a diez.

Todavía podía ver el monumento Hokage parcialmente derrumbado, los cadáveres en llamas de los edificios. Los rostros, por los dioses, aún podía ver los rostros. Los rostros de los amigos, que alguna vez habían estado riendo, sonriendo, estaban pálidos y sin vida, la sangre salpicaba sus expresiones finales antes de la muerte. Naruto había hecho su misión cazar hasta el último miembro de Akatsuki y purgarlos de la tierra.

Y lo había hecho. Durante cinco largos años había cazado, peleado y matado a todos los miembros de esa organización tres malditas veces. Había encontrado y destruido el Gedo Mezu, anulando el temido Plan del Ojo de la Luna de Madara y dispersando a los ocho Biju atrapados a los cuatro vientos. Todos y cada uno habían sucumbido a la caza despiadada de los últimos anfitriones. Ahora todo lo que quedaba entre él y el arquitecto era este hombre, un solo hombre, un hombre que Naruto alguna vez había considerado un hermano, pero ahora, mirando hacia atrás, se burló de la idea. Su hermano había muerto en el Valle del Fin todos esos años atrás, todo lo que quedaba era un caparazón cuyo único anhelo era vengarse del mundo.

Finalmente había alcanzado a los dos Uchiha. Todo terminaría aquí, en lo profundo de los desiertos de la Tierra del Viento, rodeados por las grandes ruinas de un antiguo pueblo. Una reliquia de un tiempo después de que el Sabio separó y dispersó a los Biju, cuando los Ichibi no Shukaku vagaban libremente por los desiertos, dejando rastros de devastación una vez cada siglo. Este pueblo era una de las reliquias de ese tiempo, y aun después de que la gran bestia fuera sellada, nunca había sido repoblado. Se quedó allí, un recordatorio de una era más oscura.