Jinx

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Powder era débil, extremadamente débil para un niño de las entrañas, la única razón por la que sabía que había sobrevivido tanto tiempo era por la mera sobreprotección de su hermana mayor, pero Vi ya no estaba con ella, Vi se había ido, la había abandonado, tenía sus razones por supuesto, ella se fue porque su hermana pequeña era una maldición, maldecia cada trabajo y daba mala suerte a todos los que se cruzaban con ella, Powder era de mala suerte, por eso debía morir.

Silco había dicho poco después de acogerla que ser una maldición estaba bien, que Powder simplemente no sabía cómo dirigir esa mala suerte a las personas que necesitaban ser maldecidas, pero Jinx si, Jinx debía aprender, sobreponerse a lo que todos decían, hacerse más fuerte, escalar por su propia montaña de cadáveres y sentarse sobre ellos para admirar el paisaje que había creado, no con miedo, no con dolor, sino con admiración, admirar y enorgullecerse de todo lo que había sido capaz. Por supuesto, eso llevaría tiempo, no podía comenzar a hacerse de su montaña de cadáveres sin un pilar, por esa misma razón, Powder era su pilar.

Comenzó a matar poco a poco a Powder, aprendiendo, mejorando, creciendo y haciéndose cada vez más inteligente, sus bombas no tardaron más de unos meses en funcionar, menos de un año en deshacerse de esa parte de ella que era tan inútil para los planes de Silco, para Zaun, se vió sorprendida cuando comenzó a tener éxito, a anotar sus avances, a corregir sus propios errores, no era más que simple matemática y números por aquí y por allá, algunas ecuaciones, un poco de químicos proporcionados por Silco y algunos materiales más que Sevika llevaba de mala gana a su habitación debajo de the last drop, nada más que chatarra, prototipos y muchas fallas que la acercaban más y más a dejar de ser una buena para nada, eran diseños simples, nada más que tuberías y tapas de metal pobremente encajadas con algunos arreglos y clavos metidos en el interior, una vez más, Silco había prometido darle materiales más profesionales una vez que hiciera funcionar sus pequeños juguetes, no se quejó, Silco había cumplido las promesas anteriores que le había hecho anteriormente, como dejarle su pequeña habitación pese a que estaba remodelando el antiguo negocio de Vander, o conseguirle algunas libretas de apuntes para llevar un registro de sus avances, ella creería en él, después de todo, había sido quien la había hecho ver que podía ayudar aún siendo Jinx.

Powder ya había decepcionado a muchas personas, había perdido a mucha gente, pero Jinx no lo haría, Jinx haría que Silco se sintiera orgulloso y lo ayudaría a conseguir lo que quería para la gente de las entrañas, no lo entendía del todo, pero comprendía que cualquier cosa que Silco quisiera hacer con Zaun sería aún mejor que el como vivían actualmente, no le importaba en absoluto, pero a Silco si, y eso era suficiente para ayudarlo.

Powder recibió el primer golpe crítico casi un año después de la primer explosión exitosa de su monkeybomb, había estudiado lo suficiente como para saber qué estaba mal con sus anteriores bombas, sus apuntes se amontonaban en el suelo e inclusive había comenzado a anotar varias cosas en las paredes y el piso de la habitación, Mylo y Claggor ya no la sorprendían cuando hablaban o susurraban palabras de desaliento, la gran mayoría de las veces bastaba con un golpe en el oído para silenciarlos y volver a concentrarse, otras veces, sin embargo, se encontraba caminando apresuradamente a la oficina de Silco para encontrar un poco de calma ante todo el ajetreo de su cabeza, con las orejas sangrando y los ojos llenos de lágrimas que trataba sin mucho éxito de no dejar salir porque Jinx no podía llorar, Jinx no debía mostrar tanta debilidad ante susurros estúpidos provenientes de fantasmas, pero su cabeza era un lío en ese entonces, a veces olvidaba que estaba en una constante pelea con Powder y su misión autoimpuesta para asesinarla, para no dejar nada de ella, entonces como tal, se convencía de que esas lágrimas eran la debilidad de Powder, quien se negaba a retroceder y gritaba y arañaba para evitar su muerte, pero Jinx estaba decidida, ella sería la única que quedaría en pie, sin importar cuánto Mylo y Claggor jugaran con su cabeza y la hicieran escuchar cosas que no estaban ahí, porsupuesto que ellos querían que Powder viviera, Powder era débil y se dejaba llevar por sus palabras hirientes y se veía afectada por sus acciones de desprecio, Jinx no era así, Jinx los ignoraba y lanzaba cosas a ellos para que cerrarán la boca, no lograba golpear nada, pero la mera acción parecía sorprender a sus fantasmas y guardaban silencio durante un rato, era mejor que nada.

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