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La mañana siguiente, los cuatro amigos siguieron su camino en dirección a encontrar una evidencia que limpiara el nombre de John B

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La mañana siguiente, los cuatro amigos siguieron su camino en dirección a encontrar una evidencia que limpiara el nombre de John B.

Beth iba apoyada con su cabeza en la ventana, mirando hacia el gran mar que la rodeaba al momento de cruzar un puente. Su mente iba pensando en sus mejores amigos. ¿En donde se encontrarían en estos momentos? ¿Estarán bien?. La ausencia que ambos le habían causado en su vida, era demasiado grande. Lo único que le tenía la esperanza viva, es que un día los volvería a ver.

Lo que ninguno de los Pogues sabía, es que John B y Sarah Cameron, iban en camino hacia la misma isla en donde ellos se encontraban. Quien sabe, quizás, se reencuentran mas temprano de lo que tenían pensado.

Pope iba conduciendo por las calles de Charleston, en dirección a la casa de los Limbrey.

- Son sofisticados. Tienen tres gobernadores en la familia. Gobiernan Charleston hace 300 años - Hablo Kie.

- Nuestros Kooks parecen Pogues en comparación- Hablo JJ al mirar la mansión.

- No es oro todo lo que reduce, JJ - Hablo la rubia llevándose la mirada de todos con el ceño fruncido.

- Lo que reluce - Hablo Kiara.

- ¿Reluce, que? - Frunció el ceño la rubia.

- No es oro todo lo que reluce - Corrigió Kiara.

- Dios, ¿En serio? - Bufo Beth.

- Lo siento - Kiara la miro.

- Como sea. Solo decía que..... ya me entendieron - Bufo Beth.

- ¿Este es el lugar? - Pregunto JJ mirando la mansión.

- Eso creo - Contesto Pope.

- Esta bien - JJ abrió la puerta para bajarse de la camioneta - Cuidad ricachona, si.

El grupo de amigos se paro en frente de la mansión mirándola detalladamente.

- Calle King 27 - Hablo Pope mirando la carta.

- Hablando de seguridad - Alzo su mirada hacia las filosas y peligrosas rejas que tenían - ¿Son para que nadie entre?

- No - Negó Kiara.

- ¿Te leíste la historia, JJ? - La rubia miro a JJ- Los esclavos vivían ahí.

- Las pusieron para que no salieran - Agregó Pope.

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Pope había tocado puerta, el sonido había sido tan intenso que provocó que resonará en todos los rincones de la gran casa.

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