¡Mierda, Soy Tu Hermano! ʰʸᵘⁿᵇⁱⁿ

~✧•°Capítulo cuarenta y dos°•✧~

Al día siguiente

05:23

Hyunjin se levantó lentamente y fue al baño. Minutos después regresó a la cama y abrazó a Changbin.

- Buenos días, Hyung - sonrió.

- Amo tu sonrisa, bebé, ¿Dormiste bien? - acarició su cabello.

- Sí, ¿Tú? -

- Dormí muy bien - lo miró - ¿Puedo darte un besito? - Chang se puso nervioso.

- Hyung... -

- Sólo uno -

- No quiero, Hyung -

- ¡¿Por qué eres así?! - gritó molesto.

- No me grites, por favor - su cuerpito tembló - No podemos besarnos -

- ¿Por qué no? - tomó su mentón.

- Porque somos hermanos, Hyung -

- Tú y yo no somos hermanos -

- Claro que sí, aunque no seamos hijos del mismo hombre, nuestra madre es la misma -

- No me importa, nadie se va a enterar si nos besamos, bebé -

- No quiero hacerlo - el mayor lo abofeteó - No me pegues - lo empujó y comenzó a llorar.

- Prepárate para ir a la escuela y baja - salió de la habitación.

El pelinegro comenzó a llorar desconsoladamente, luego de algunos minutos se levantó y fue a bañarse.

Media hora después

En la cocina

- Te hice panqueques, amorcito - Changbin dejó la mochila sobre el sofá y fue a sentarse - Ve a cambiarte -

- ¿Por qué? - lo miró.

- Porque esa no es la ropa que te compré - tomó su mano y lo levantó - Te pondrás un conjunto - lo tomó por los muslos y lo levantó.

- Basta, bájame - el mayor subió a la habitación de Changbin.

- Escogeré un conjunto - abrió el armario del pelinegro y tomó esta ropa:

- Toma, cámbiate rápido - el menor tomó la ropa y fue a cambiarse.

Minutos después el menor regresó a la habitación.

- Te ves hermoso, mi vida - lo tomó por la cintura.

- No me toques, por favor - comenzó a llorar.

- No arruines el momento, cielo - acarició su mejilla suavemente - No te das una idea de lo mucho que te amo - besó sus labios lentamente.

- Basta, esto está mal, Jinnie - sus lagrimitas salían sin parar.

- No, cielo - lo abrazó - Si es amor no está mal -

- Yo no te quiero de esa forma, Jinnie, ¿Por qué no puedes entenderlo? -

- Cállate - lo besó nuevamente. A Changbin sólo le quedaba llorar - No me gusta verte llorar, amor - limpió sus lágrimas con sus pulgares.

- No me veas entonces - sollozó.

- No me hables así, amorcito - besó su frente - Se hace tarde, bajemos a desayunar -

Holaa, ¿Cómo están?, Espero que bien, si les gustó no
olviden darle una ☆.

16/03/2022