Maniático enamorado

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-Vamos, cariño, no tienes que ser así.-

No dejabas de forcejear. No ayudaría, sabías que no ayudaría, pero si dejabas de luchar contra las esposas que atan tus muñecas a la cabecera, si dejabas de gritar detrás de la tela que te había metido en la boca, solo empeoraría.

Más condescendiente, menos contento de sentarse a tu lado, con la barbilla apoyada en el puño y una sonrisa perezosa tirando de la comisura de sus labios, y más deseoso de tocarte, de apretarse contra ti, de aprovechar lo que tenía, atada y amordazada, frente a él. Conocías a Levi. Conocías a tu novio...

Tu ex-novio, te recordaste. Habías roto con él. Intentaste irte. El solo…

Simplemente no te había dejado.

-¿Qué ocurre? ¿No te gustan las esposas?- Preguntó, y soltaste una serie de palabras ahogadas en respuesta.

-¿Porque simplemente no puedes decirme que me amas?- Levi solo se burló, continuando sin esperar una respuesta real.

-Hubiera tratado de encontrar algo más cómodo, si hubiera tenido tiempo, pero te estabas preparando para correr, y cantabas esa canción tan fuerte y simplemente no me escuchaste.- Se interrumpió con otro comentario esta vez rió, dejando que su cabeza se incline hacia un lado.

-No tenía mucho tiempo. Lo entiendes, ¿verdad? Tuve que hacer algo.-

No lo hizo No tuvo que hacer nada.Ese era el problema; siempre fue tan arrogante, tan pegajoso, tan rápido en asumir que él sabía más y si no estabas de acuerdo, era solo porque aún no te había enseñado nada mejor. Le echó la culpa a su sexo opuesto, trató de decir que los hombres eran naturalmente protectores con sus parejas, pero él nunca había sido protector, solo controlador.

Simplemente dominante. Simplemente sofocante  quería siempre estar cerca, después de que te diste cuenta de cuánto odiaba a tus amigos,de lo celoso que era hasta con tu familia, con qué frecuencia revisaba tu teléfono, cuán aterrador podía ser cuando pensaba que no iba a salirse con la suya.

-No te voy a lastimar.-  No, no, eso no funcionaría. Eso no ayudaría, y realmente quiero ayudarte.- pensó.

No es que le importara. Nunca le había importado si le tenías miedo, si aún lo amabas, solo que estabas allí, solo que estuvieras lo suficientemente cerca para abrazarte y besarte cuando él no se sentía estable, solo quería tenerte, tener una compañera de vida, una mujer lo suficientemente suave y obediente para permanecer a su lado, incluso si se necesitaba un collar y una correa para mantenerte allí.

-Simplemente ese nuevo noviecito tuyo no es lo suficiente, él no te ama como yo lo hago-Todavía estaba hablando, todavía divagando. No podrías estar más confundida.

Probablemente pensó que si hablaba lo suficiente, lograria convencerse a sí mismo de que todo lo que decía tenía sentido, también sería capaz de convencerte a ti.

-Voy a ser un buen hombre para ti, muñeca. Voy a ser tu esposo, vas a ser feliz y tendras todo lo que quieras, siempre y cuándo hagas lo que yo te diga ¿Entiendes?-

Hiciste otro sonido, algo atrapado entre un grito ahogado y un gemido bajo, y después de unos segundos de pensar mucho, él se estiró, deslizó dos dedos debajo de tu mordaza y los arrastró hasta tu maltratado cuello.
Quisiste gritar, pero él solo te tapó la boca con la palma de la mano, silenciándote antes de que tuvieras la oportunidad de decir algo.

-No seas así, no quiero ser malo contigo... pero eso no quiere decir que no tengo miedo de ponerme un poco rudo con mi pequeña y preciosa chica.-
-Simplemente ¿Porque no puedes entender que no puedo vivir sin ti?-

Esperó a que lo intentaras de nuevo, a  que mordieras su palma. Cuando no lo hiciste, él retrocedió y trataste de que tu voz no temblara mientras le hablabas.

-No soy tuya Levi, déjame ir antes de que hagas algo de lo que te arrepientas.-

-Emma tienes que dejarme ayudarte él no es para ti, estoy haciendo esto porque te amo-.

Su mano cayó a la base de tu garganta; inmediatamente te quedaste quieta, con miedo a que volviera a lastimarte.

-Seria una verdadera lastima que algo le pase a tu novio ó a tu familia ¿verdad?-
-Ya lo veras seremos felices juntos.-murmuro mas para sí mismo que para ti.

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La puerta de tu casa es abierta y observas a tu novio y familia, al percatarse de que venias acompañada de Levi muestran preocupación, pero inmediatamente despejas cualquier duda y comienzas a hablar.

-Levi y yo regresamos, él es el hombre de mi vida... lo siento Armin pero él es mucho mejor para mi de lo que tú eres,porfavor vete.-

Mentira no querias alejarlo de ti pero por su bien, lo harías, harías cualquier cosa para proteger a las personas que amas. Despues de que Armin se fuera como un buen perdedor y ignorante de lo que Levi te había obligado a pasar ambos convencierón a tus padres dando una breve explicación sobre su "amor real".
Protegiendolos a todos de tu maniático enamorado.

Levi Ackerman / One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora