Elber le dijo que iría a buscar a sus compañeros de Ravenclaw y que estaría con ellos durante todo el viaje. Afortunadamente, Ernie se encontró con Susan Bones al subir al vagón. Grande fue su sorpresa al notar que Susan había cambiado el estilo de su cabello de una larga trenza roja a un corte que le llegaba hasta los hombros. Se dieron un rápido abrazo y fueron a buscar un compartimiento vacío.
Mientras tiraban de sus pesados baúles por los corredores del tren, Susan le platicaba sobre sus vacaciones y de la vez que su tía la había llevado a un criadero de pegasos y le enseñó como volar en ellos.
Cuando Susan iba a la mitad de su historia, descubrieron a Hannah y a Justin esperándolos dentro de un compartimiento. Hannah llevaba en brazos a Venus, la panta carnívora que la profesora Sprout le había regalado en primer año, y Ernie no podía creer que la planta había alcanzado el tamaño de la mitad de su brazo.
Justin se levantó de su asiento para ayudarle a Susan a meter su baúl al compartimiento, lo que provocó que la chica se sonrojara y murmurara un tímido gracias.
-¡Tu cabello está hermoso! -Le dijo Hannah a Susan cuando esta se sentó a su lado.
-Gracias, Honey. Quería iniciar el año con un nuevo estilo, espero que el profesor Lockhart lo note -Respondió con un tono infantil en la voz.
Se escuchó el estruendoso sonido que producía el silbato del tren, y poco después sintieron como el vagón comenzaba a moverse. Abandonaron la estación King's Cross al cabo de cinco minutos.
-Mi hermano Elber dice que a partir de este año viajaremos en carretas para llegar al castillo -Comentó Ernie mientras se quitaba el caluroso abrigo gris que su padre le había obligado usar y lo doblaba cuidadosamente.
-Con lo que me había gustado navegar en bote por el lago -Se lamentó Justin.
Pasaron una hora hablando sobre todas las posibles cosas mágicas que aprenderían en ese año hasta que sintieron hambre e hicieron un pequeño torneo de piedra, papel y tijeras para que uno de ellos fuera a comprar golosinas al carrito. Ernie fue el perdedor y tuvo que memorizar, a regañadientes, las órdenes y la cantidad de dinero que cada uno de sus amigos le había entregado. Justin siempre le daba más dinero del necesario, prueba de que aún no sabía usar el dinero de los magos en su totalidad
Recorrió el silencioso corredor en busca de la señora que atendía el carrito de golosinas, pero tuvo que cruzar dos vagones mas para dar con ella. Hermione Granger estaba ahí y acababa de comprarse un pastel de calabaza, sin embargo, en su rostro se leía una expresión de preocupación.
A Ernie le agradaba Hermione y le preocupó verla en ese estado. Normalmente él no era de los que iniciaban conversaciones con personas que no eran muy cercanas a él, pero se armó de valor y caminó hacia ella.
-¡Es un placer verte, Hermione! -La saludó de la forma más amigable que se le ocurrió-. ¿Qué estás haciendo en este lugar?
La chica cambió su expresión a una más normal, y le mostró el pastel de calabaza en su mano derecha.
-Tenía un poco de hambre y vine al carrito a conseguir algo para el camino.
Ernie se sintió un poco tonto por preguntar algo tan obvio, pero siguió adelante con su investigación.
-¿Te molesta algo? Perdóname si me estoy entrometiendo, pero pareces un poco alterada.
-No te preocupes, no es nada grave -Dijo ella, agitando su mano para tranquilizarlo. Sin embargo, su rostro volvió a reflejar preocupación-. Es solo que no he podido encontrar a Ron y Harry por ninguna parte del tren, lo cual es raro porque sus hermanos y hermana están aquí y yo sé que Harry nunca se perdería la oportunidad de ir a Hogwarts.
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Ernie Macmillan y el trío de bronce #2
FanfictionDespués de un difícil primer año, Ernie regresa a Hogwarts para su segundo año, sin embargo, las cosas están lejos de calmarse. Nuevos secretos sobre las reliquias de bronce salen a la luz. La cámara de los secretos ha sido abierta y la vida de Jus...