En busca de sentimientos

Capitulo 4

Al voltearlas pude observar las imágenes que cada carta contenía el ángel caído y un demonio, los cuales tenían el nombre debajo de ellos y en ese momento comenzó a explicarme detalles de ambos seres que se mostraban en las cartas.

- Bien... estos 2 seres serán tus guías y protectores en esta lucha, el ángel desterrado, Adriel, como se le es reconocido en el mundo del tiempo-espacio...- vi la imagen y en ella solo portaba una túnica blanca con bordes dorados, tenía largo cabello de un color negro muy intenso, sus manos eran garras, las cuales estaban cubiertas de una tipo sombra la cual llegaba a su antebrazo difuminándose como grietas, sus ojos eran carmesí y sus alas grises... no había duda que era el, - pero en el mundo humano es conocido con el nombre de Bastián, un cantante solista el cual vive en el departamento Libertad-, al terminar de mencionarlo, me mostro una foto de su forma humana, era el mismo hombre que había conocido aquel día que tropecé.

- Y ella... –señalo al demonio, una mujer hermosa de cabello era largo y blanco plateado como la luna, ojos color violeta que atraparían la atención de cualquier persona, tenía una tiara que hacía resaltar sus orejas y cuernos de cabra y en la mano izquierda portaba unos anillos que iban desde la uña hasta el límite del dedo y la mano en color dorado que resaltaban en forma de garras, su tez era pálida y en la frente llevaba una gema morada, - ella es Abrahel, la cual es reconocida en el mundo del tiempo-espacio, no solo por su increíble y tentadora belleza, sino también por ser la demonio de la lujuria, ella atrae hombres y mujeres para satisfacer sus más bajos deseos y hacer que caigan en el pecado y sean sus súbditos por la eternidad –, y con mucha razón caen ante la tentación, era bastante hermosa a pesar de solo ser una foto-, pero en el mundo humano es conocida como Arte, una joven de tan solo 21 años de edad, inocente y divertida...

Quien diría que una joven sociable y amable, será en realidad el demonio de la lujuria.

- Debes ir lo más rápido que puedas con ellos, y así juntos derrotar al ser que te quito tu escancia Ninfa

Me limite a solo asentir y salir del lugar después de que la vidente haya terminado de decirme los detalles de todo lo que estaba pasando. Regrese a casa antes de que amaneciese, en una mochila empaque algunas cosas que sabia necesitaría para esta misión.

Decidí ir primero a buscar a Bastián. En el trayecto, comencé a pensar en Arte, o mejor dicho Abrahel, era complicado pensar que esa chica tan risueña y angelical, realmente fuera un ser maligno, parece que este mundo no es definitivamente nada de lo que aparenta.

Después de algunos minutos, llegue al hotel y fui directo a la recepción y pregunte por Bastián, a lo cual me dijeron que este se encontraba en la habitación 476 en el quinto piso, sin perder tiempo, subí por el elevador, pues sería la forma más rápida de llegar a el antes mencionado cuarto.

Al llegar al piso comencé a buscar el cuarto, aunque no me demore mucho, al estar frente a la puerta mi cuerpo se tensó sin permitirme hacer algún movimiento por al menos 4 segudos, pero en ese tiempo pude observar la puerta abrirse, y allí estaba, enfrente mío... el ángel desterrado... Al chocar miradas, sus ojos cambiaron del verde esmeralda a rojo carmesí, rápido tomo mi mano y me jalo dentro de la habitación haciendo que tropezara y casi callera, cerró la puerta con seguro y volteo a verme, sentí de nuevo mi cuerpo tensarse, quedándome parada frente suyo mirándolo fijamente.

- Eres...-dijo con un tono frio, pero con sorpresa

- Si... me llamo Ninfa, y vine hasta ti para cumplir con mi misión... y recuperar lo que se me fue arrebatado...-, no dijo nada por un rato y solo me miraba fijamente.

- Solo que antes debemos ir por Abrahel, ella también me ayudara en esto...-, el asintió y se inclino en forma de reverencia.

-Estoy dispuesto a ayudartea encontrar a quien te quito tu esencia y hacer que pague por sus actos...-, aterminar de hablar, se incorporó y tomo mi mano de una manera delicada perofirme, - vamos... iremos por Abrahel y partiremos-.