Capítulo Final.

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—¡Ya sé qué hacer! -Exclamó mientras se levantaba del sillón y se dirigía a la cocina. 

Mitsuki se le quedó viendo mientras este se alejaba, porque esa reacción lo había dejado algo confundido y quería ver a qué se refería con que "ya sé qué hacer".

—¿¡Boruto...!? -En el momento en que vio cómo el rubio estaba buscando en el cajón de los utensilios filosos, se estremeció, no sabía que un adulto podría cometer una estupidez de tal magnitud. 

Se levantó del sillón y con una rapidez que no sabía que tenía fue hacia Boruto, quien ya había encontrado el utensilio perfecto. Estando Mitsuki ya a su lado se apresuró a intentar quitarle eso de sus manos, estuvieron forcejeando un poco, ya que había una clara diferencia de estatura y de fuerza entre ambos. 

En un momento en que Boruto se descuidó, el peli-celeste finalmente logró arrebatarle el cuchillo, y no se le pudo ocurrir mejor idea de donde dejarlo, que atravesar su estómago con el, total, no sentía dolor y ya no tenía ni una pizca de sangre para derramar. 

El rubio se quedó estático en su sitio, tenía una expresión de sorpresa enorme en su rostro, por la imagen de Mitsuki con un cuchillo en medio del estómago 

—¡¿Qué mierda estabas planeando hacer?! -Normalmente, estaría calmado en este tipo de situaciones, pero ahora el enojo estaba desbordándose. —¡Eres un estúpido impulsivo! 

—Amor, yo... -Fue interrumpido. 

—¡¿Por qué lo primero que piensas es en matarte?! Encima... Es solo por querer estar conmigo, eso me enferma... -Realmente había explotado, muy rara vez pasaba. —¿Qué pensarían Hinata e Himawari si de repente se enteran de que te quitaste la vida, siendo que te veían súper feliz según tú? Las dejarías realmente mal... 

Boruto intentó hablar, para defenderse o para excusarse, depende de quien lo escuchara, pero siempre era interrumpido por el peli-celeste, lo estaba sermoneando de una forma tan terrible, pero lo merecía. 

—Además, si te quitas la vida, hubieras terminado en el purgatorio y no en el cielo, y todo lo que hubieras hecho habría sido para nada... -Luego de un par de minutos con las emociones explotadas, se había empezado a calmar un poco. Ahora se sentía un poco mal por haber llamado estúpido al humano. 

—¿Terminaría en el que? -Había dejado de escuchar al peli-celeste en el segundo minuto de su sermón, pero eso último hizo que volviese a prestarle atención. 

—¿No te enseñaron en la escuela que hay distintos tipos de pecado? -Boruto negó confundido. —Cierto, en el que ibas, no tenían religión… Bueno, a ver como te lo explicó para que entiendas... Están los pecados mortales y los veniales. Si cometes un pecado mortal te vas directamente al infierno, no importa después cómo intentes redimirte, es casi imposible ser perdonado. 

—¿Y cuáles son los veniales? -Preguntó, ya estando interesado en el tema. 

—Ese tipo de pecado, son más leves y si pueden ser perdonados, por consiguiente, si puedes ir al cielo. Pero hay uno de ellos que te deja en el purgatorio, porque es el peor de los veniales y tienes que pasar años allí, antes de que puedan perdonarte e ir al cielo o directamente, nunca lo harás. ¿Sabes de cuál estoy hablando...? 

—Del suicidio... ¿Verdad? 

—¡Exactamente! -Finalmente se quitó el cuchillo que lo estaba atravesando, como era de esperar, nada de sangre salió de su cuerpo. Procedió a dejarlo sobre la mesa. —Boruto, piensa sobre las cosas antes de actuar, si no llegaba a detenerte te hubieras arrepentido por toda la eternidad. 

—Perdón... -Agachó la cabeza, estaba realmente avergonzado. 

—No es a mí con quién deberías disculparte, sino con tu madre y hermana, cuando las vuelvas a ver deberías pedirle perdón, pero que ni se te ocurra contarles lo que intentaste hacer, solo... Discúlpate con ellas, ¿Está bien? 

Ángel Guardián | BorumitsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora