Prologó.

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Déjame contarte una historia.

Año 2022.

Entre directo por la puerta trasera de mi casa. Al entrar solté un suspiro de cansancio mientras me quitaba los tacones que llevaba puesto. Levanté mi pie izquierdo y con el mismo ejerci fuerza en mi talón para quitarme el otro.
Sonrei al estar en casa. Mi noche anterior había Sido un completo desastre. Conocí a un tipo no muy agradable, aún así tome la estúpida decisión de tener una cita con el.
Suspire el delicioso aroma de café que brotaba de mi taza.
Entre a la cocina donde me esperaba la persona que más amaba en este mundo. Sonrei en mis adentros al verlo ahí. Sentado junto a mi amiga Jessica quien estaba desayunando junto a el.
Al notar mi presencia giro sobre su eje para hablar.

 — Buenos días, mamá  — Saludó y se acercó a mi, mientras me inclinaba para abrazarlo.

— Buenos días, — Salude — ¿estas listo? — pregunté mientras tomaba asiento en una de las sillas de la mesa junto a jessica. Deje mi taza de café a un lado para ver el reloj de mi muñeca. Parpadee dos veces seguidas al ver la hora. Ayer le había prometido a Neil "mi hijo" pasar todo el día con el.

— Si — Respondió dandole el ultimo sorbo a su bebida. 

Asentí.

Le di un gran sorbo a mi café provocándome una leve quemadura en mi paladar. Hice un mueca de dolor. El café estaba demasiado caliente. Lleve mis manos a mi boca queriendo calmar el dolor. Jessica se levantó de manera repentina  y camino directo a la nevera cogiendo una botella de agua para darme la. Le di un sorbo. Neil soltó una risita por lo bajo acercándose a mi.

— Mamá ¿Qué te pasó? — pregunto viendo la taza de café que había dejado a un lado. volteo a verme pero esta vez con el ceño lleno de preocupación.

— Nada cariño — sonreí — Deberíamos irnos.

Asintió.

Antes de salir de casa me asegure dejar todo en orden. Termine de limpiar el pequeño desastre que hice en la cocina. 

Al salir de casa, nos encontramos con una pareja de ancianos tomados de la mano. "Mis vecinos" Sonreí con nostalgia al recordar a mis padres. Me recordaban mucho a ellos por la manera en que se amaban.

— Buenos días, Señora White — Saludó el anciano de cabello blanco, mientras se soltaba del agarre de su esposa para acariciar la cabeza de Neil. Voltee a ver tal acto con una sonrisa, mientras Neil, lo abrazaba.

— Buenos días — Salude con una sonrisa.

— Es un gusto verla por aquí. Últimamente no la hemos visto.

— Es solo que... No suele venir muy seguido a casa. Voy a mudarme en un mes — Explique. El anciano me miró sorprendido volteando a ver a su esposa. — Y creo que lo mejor será olvidar este lugar.
Era muy difícil explicar el porque de mi desicion. Sinceramente ni yo lo sé. Solo quiero poder olvidar mi pasado, estar lejos de todo lo que me causo dolor y, el estar aquí no me hace feliz.

— Pero...¿ Porque tan repentino? — Preguntó mientras se acercaba los lentes a sus ojos.

— En realidad, llevo muchos años pensando en esa decisión y creo que este es el momento correcto para hacerlo.

Dear Love: Nunca fuistes un error.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora