4. La prueba mística

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Camino a paso lento hacia el palacio de la Reina Aura, mientras disfruto de la maravillosa vista que ofrece el lugar. Siempre me ha encantado el Valle Floral, el ambiente es algo extraordinario rodeado de lindos pajaritos, el pasto bien verdoso y el bosque ni hablar parece de ensueño, salido de un cuento de fantasía-si por mi fuera vendría aquí todos los días.

—Este lugar es bellísimo —expresa Tess sin dejar de pasear sus ojos por todo el paisaje—. Es la tercera vez que vengo aquí y sigo maravillada.

—Que novedad —masculla Ander rodando los ojos.

Desde que salimos del centro de Valle Luna anda rarísimo, su conducta no me gusta para nada.

—¿Por qué estás tan amargado? —le preguntó frunciendo el ceño.

-¿Por qué? -refuta molesto-. ¿Tu actitud al defender de esa manera a un Sanguinario te parece correcta?

Otra vez con lo mismo.

—Creí que lo deje claro ayer —digo cansada—. Gracias a él logre escapar de...

Me corta al instante.

—Aja, de los malditos Sanguinarios —termina rodando los ojos—. Ellos no son confiables y...

Esta vez soy yo quien lo corta, estoy cansada de seguir discutiendo por lo mismo, primero mi hermano luego Damián y por último él. No estoy para aguantarlos más.

—Si quieres alegar hazlo solo, no pienso seguir con esta conversación.

Me le adelanto, y camino rápido para alcanzar a Sam, Luna y Emily quienes van detrás de los demás chicos.

—Eres un pesado Ander —le dice Tess antes de echarse a correr hacia nosotros.

Las puertas del palacio se abren y Aura junto a su linda hija, su hermana Cecilia y sus guardias nos reciben. Saludamos con respeto a la Reina y sus hombres muy amablemente nos guían al mismo sitio en donde recuerdo perfectamente me realizaron el juicio de la verdad. Con solo pisar el sitio es como revivir el mismo suceso.

Las amenazas de Jordan, el miedo que me invadió al tener que retener muchas verdades y ser expuesta a una corriente de dolor. Con solo conmemorarlo se me eriza la piel.

Le doy un vistazo al lugar y todo sigue de la misma manera. Empiezo a determinar con la mirada a todos los presentes y siento algo atascado en mi pecho cuando Damián me mira. Sigue molesto conmigo, ni siquiera se digno a hablarme después de lo que sucedió ayer en la reunión. Mi hermano también, ese es otro que ha estado ignorándome y la verdad me duele que tengan ese comportamiento conmigo cuando lo único que quiero es ayudar a alguien que se sacrifico por mí.

Arthur está de pie en una esquina junto a Victoria quien está al lado de la generala -ya se me hacía raro no verla- A su otro costado están Walter y el sujeto que aún no sé su nombre. Un poco más atrás están Violet y su esposo.

Eliza está en otra esquina con Lilith y mi madrina. Ellas se mantienen alejadas del círculo que rodea al presidente.

Mi atención se desvía a dos de los hombres de Arthur quienes entran sosteniendo a Aarón de los brazos —uno a cada lado— y seguido de ellos viene Aura con su hermana y detrás de ellas están sus guardias respaldándolas. Suben al chico al cementado y lo sientan en un sillón blanco que se encuentra en el medio. Las manos las tiene atadas con unas esposas, están rojas cubiertas de sangre y me animo apostar de que estuvo forcejeando y por eso se lastimó.

Aarón me dedica una mirada triste y deja caer su cabeza en el respaldo del sillón como si le pesará y no deja de mirarme.

—Bienvenidos a todos —la Reina se coloca en medio a la par del chico y todos hacen una reverencia con su cabeza—. Cómo saben, la prueba mística es algo espiritual y de gran respeto por lo que solo puede ser realizada por un druida.

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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