"𝐏𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧"

Pᴇʟɪɢʀᴏsᴀ ᴛᴇɴᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ

-G-Gouenji...-dijo entre suspiros-

-¿Mm...? ¿Y esa frialdad? -murmuró sin despegar su rostro del cuello de la peliazul-

-Esto no está bien...l-los chicos podrían venir en cualquier momento~

-¿Y? -le dio una última lamida a su cuello antes de despegarse y acercarse a su rostro- ¿No es más divertido cuando corremos riesgo de ser descubiertos? -dijo antes de atacar sus labios-

La peliazul no pudo objetar cuando sintió sus manos por debajo de su blusa, realmente sabía cómo hacerla caer.

Tampoco puso mucha resistencia, ambos necesitaban esto y lo sabían. No habían tenido mucho contacto en las últimas semanas debido a los entrenamientos constantes y la tensión debido al torneo mundial. Apenas intercambiaban miradas cuando tenían tiempo, por lo que desaprovechar esta oportunidad sería pecado.

-Tu silencio me dice que si. -expresó con una sonrisa ladina mientras sus manos moldeaban con lentitud su cuerpo-

-Sólo cállate. -mustió antes de tomar su rostro y besarlo-

Ante esa confirmación, Goenji no perdió más tiempo y llevó sus manos hasta el trasero de ella, apretándolo y haciendo que ahogara un suspiro en el beso, la cargó, haciendo que ésta rodeara sus piernas en sus caderas, y la llevó hasta la mesa. Sin soltarla, con su mano tiró rápidamente todo lo que estaba en la mesa, poco le importaba si eran las estrategias a emplear contra el equipo rival. La dejó en el mueble y volvió a su cuello, pasando sus labios por las pequeñas marcas que le había hecho antaño.

-Sh-Shuuya...-gimió-

Procedió a dejar un chupetón antes de alejarse. Volvió a besar sus labios, recorriendo con sus manos el cuerpo de la gerente. Desabrochó lo que faltaba de la blusa, botón por botón. La arrancó de un jalón, tirándola en alguna parte de la habitación. Con desespero levantó su sostén y comenzó a acariciar, besar y lamer sus senos, así como pequeñas mordeduras que no hicieron más que provocar suspiros de Haruna.