5

1.8K 47 2
                                    

Henry

No estaba en mis planes comer comida grasosa pero ahí estábamos en camino a una pizzería. Ella estaba muy emocionada contándome lo genial que eran las pizzas allá. El local era bonito y grande con un título gigante que decía "Pizzas cuadradas" sonreí ante la paradoja de las pizzas que normalmente son de forma redonda.

-Te van a encantar, son muy ricas- dijo por tercera vez- Siempre venia con mi mamá-

-Es curioso que las pizzas sean cuadradas, me parece interesante- sonreí- Me encantaría probar-

Entramos y elegimos un lugar en donde comeríamos la pizza me encantaba el diseño inspirado en los años ochenta. Pedimos una  Hawaina con doble queso y para acompañar pan de ajo. Hicimos plática para conocernos más.

-¿Entonces tu mamá es azafata?- pregunto

-Si, ella siempre para viajando por el trabajo- Pocas veces han sido las que haya pasado más de tres meses con ella- Mi papá es Ingeniero civil-

-¿Pasas más tiempo con tu papá?- parecía algo nerviosa-

-Oh bueno, mis padres están separados, desde que mi mamá ejerció su carrera de azafata- mentí- Hay una señora que me ayuda en las cosas del hogar-

-Entiendo- sonrió- Mi madre es Doctora y mi papá es jefe de su propia empresa-

Llegó la comida y comencé a comer el primer trozo de pizza, tan pronto cuando acabe, ella me miro y ofreció otra. Cuando acabe con los 2 pedazos de pizza quise agarrar otro pero preferí comer solo poco no quería excederme. Tratando de adivinar mis pensamientos me dijo que tomara otra pero me negué.

-Solo es un poco de pizza, puedes comer un pedazo más si deseas- sonrió y la mire un poco avergonzado.

- Esta bien- agarre el pedazo y comencé a comerlo, nuevamente ella miró mi estomago.

El resto de la tarde me la pase con ella en la pizzería, hablando sobre las vacaciones y la escuela. Jennifer era muy agradable y alegre conmigo. El ambiente era perfecto, no había mucha gente y la música de los 80 era bastante buena.

- Te escribiré- dijo despidiéndose

-De acuerdo, estaré atento a tu mensaje- sonreí tímidamente para luego caminar hacia mi casa, llevando el obsequio de Jenn

—————————————————————————————————————————————————

-¿Que haces acá?- dije mientras cerraba la puerta, acababa de llegar a mi hogar.

- Es mi casa idiota, yo puedo venir a quedarme cuando se me de la reverenda gana- dijo enojado mientras dejaba la cerveza a un lado

-¿Por qué estas acá? ¿Qué quieres?-  me aleje un poco no quería tener mas inconvenientes

- Me quedaré por unos días-  negó con la cabeza- ¿Donde estabas?

- Salí un momento al parque, solo necesitaba un cambio de ambiente- mire a Maddie fijamente que estaba en la puerta escuchando la conversación.

- Necesito algunas almohadas para la noche, me quedaré en el cuarto del costado- se dirigió a mi habitación buscando las almohadas sobrantes.

- Deja te las traigo- trate de tener que entrara a mi cuarto pero no pude lograrlo, el ya estaba allí.

- ¡¿Que es esta basura?!- miro los dulces que tenía guardados en un bolsa negra- ¡Es demasiada comida!

- No es lo que parece- trate de que no se enojase pero era muy tarde el me miro desafiante.

- ¡Por eso estas como estas! Si tan solo dejaras de tragar como un maldito cerdo, joder si dejaras de comer todo el día estuvieras en la escuela aún. Y no tendría que pagar tanto dinero para los profesores particulares ¡¿Crees que no me avegüenza tener un hijo tan gordo y feo?! Pesas más que yo y eso que te llevo muchos años-  tiro la comida al tacho de basura y me miro enfurecido. 

No dije nada, después de unos segundos salió de mi habitación y comencé a llorar. Me sentía tan mal, tenía los bombones que me entrego Jennifer y tenía deseo de comer algo dulce para ahogar las penas y así sentirme bien. "Solo un bombón" me dije a mi mismo, pero no fue así. termine con toda la caja. Pedí que Maddie me trajera mas comida a escondidas de mi padre y así fue, ella me trajo todo lo que pedí.  Me recosté en mi cama después de botar todos los envoltorios de comida, me puse a revisar mi teléfono y me llego un mensaje de ella.

" ¿Estas dormido?"

"No, me duermo tarde "

"Genial ¿quieres que te enseñe la foto de mi perrito?"

"Me encantaría verlo Jenn"

Chateamos por un buen rato, me hizo olvidar por un tiempo los problemas que tenía con mi padre y me sentí bien con mi mente enfocada en otra cosa. Odiaba cuando mi padre estaba en casa, siempre se enojaba y pocas veces estaba sobrio.


Holaaaaa espero les haya gustado el capítulo, me ayudarían mucho si votaran mi historia. 

Sigue comiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora