Chapter one; what a shame

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Letra inclinada es para los pensamientos de Samuelito.
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Para por fin iniciar con su cometido, debía comunicarse con los únicos que tenían la información sin pulir.

Es decir, los remanentes de Seventeen.

Hagamos una lista

SoonYoung; se hallaba de gira, por lo que contactarlo sería complicado.

JiSoo; Era un asunto que vería más tarde.

JunHui y MingHao; estaban en China, tenía el número de emergencia de JunHui pero planeaba iniciar de forma local.

HanSol; la misma situación que con JiSoo.

Todo apuntaba a una sola dirección, habían dos de los cuales todo el mundo sabía de sus paraderos.

Y no es como si fueran a moverse de ahí en un buen tiempo.

[.]

Tramitar la visita a la prisión fue un poco más tardado de lo que esperaba.

Según el personal del establecimiento, habían tenido demasiados casos de "fans" que falsificaban documentos para poder visitar al ex-idol, por lo que las verificaciones debían ser hechas rigurosamente.

Pero, gracias a las muchas pruebas en redes sociales de su cercanía con él, el proceso se hizo un poco más simple para el extranjero.

Eso y una generosa "donación" que le garantizó aligerar el trámite y poder tener un poco más de privacidad con cada uno de los reclusos.

Detalles más, detalles menos.

Detalles más, detalles menos

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Iniciaron con Yoon JeongHan.

Y Samuel se llevó más de una sorpresa al verlo.

Su cabello era largo, no tanto como lo fue en su época debut, pero era notorio el cambio, sumándole un cuerpo inclusive más delgado que en sus días de Idol y una mirada sin brillo.

Lo que se posaba ante sus ojos era un vestigio, para decirlo de la mejor manera, de lo que una vez fue Yoon JeongHan.

Aunque no entendía porqué alguien tan, vacío, estaba esposado con dos pares de esposas en vez de una.

Samuel no sabía si la sensación calurosa que emergía de su pecho era enojo por un potencial desperdiciado, o satisfacción por ver a un imbécil recibir su merecido.

De todas formas, los sentimientos no son importantes en este momento.

- ¿Que es lo que le puede ofrecer este humilde recluso?- sus palabras se deslizaban.

- Corta el acto, hyung. No soy un guardia al que se la vas a chupar por una ración de comida extra.

Una risa estruendosa llenó el cuarto.

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