TEACHER'S PET [𝑩𝑹𝑰𝑮𝑯𝑻𝑾𝑰𝑵]

cinco

Parecía que su plan no tendría exito.

El profesor Chiva-aree tenía una actitud distante hacia él, bueno, en realidad hacia todos.

Win no era el único ignorado por él, había más alumnos que también eran mirados con indiferencia.

Y eso lo hacía sentir menos mal.

El Sr Chiva-aree no tardo en hacerse popular, incluso alumnos de otras facultades sabían sobre él.

Aquel hombre comenzó a tener demasiados admiradores y a ser perseguido por personas que al igual que él fantaseaban con meterse en su cama.

Win se sentía molesto cada vez que lo veía ser rodeado por chicas y chicos que le coqueteaban descaradamente.

Pero se sentía aliviado cuando este los apartaba y les decía que si no era nada relacionado a su clase lo dejaran en paz.

Les dejaba muy en claro la relación profesor-alumno y entonces aquellas personas decepcionadas daban la media vuelta y se iban.

Aunque Win tuvo más en claro que no habría manera de que sucediera algo, no se dió por vencido tan rápido y siguió con su actitud coqueta.

Krist y New no tardaron en burlarse de él "Deberías olvidarlo, es obvio que no tienes oportunidad alguna" le dijeron pero se nego a hacer caso.

Win entonces se dió cuenta de que se había encaprichado con su profesor.

Quería al Sr Chiva-aree, sin importar que.

Y no sabía si era aquella idea obsesiva que se le había metido a la cabeza lo que le hacía creer ver que de vez en cuando, su profesor también le dedicaba miradas.

Fueron varias ocasiones en las que a Win le pareció ver que el Sr Chiva-aree lo observaba.

Pero tan pronto levantaba la vista y sus ojos se encontraban con los de su profesor, este desviaba la mirada rápidamente o regresaba su vista al libro que se encontraba leyendo.

Tal vez Win estaba comenzando a alucinar.

Fue un viernes cuando al salir de la universidad se encontró unos metros más allá, en un callejón al Sr Chiva-aree recargado en su auto, con su saco desabrochado y la corbata desarreglada, fumando un cigarillo.

Win se detuvo a observarlo, porque se veía demasiado guapo y además parecía otra persona, se veía relajado sin aquella expresión seria que siempre tenía durante la clase.

No supo cuanto tiempo llevaba observandolo pero la voz de aquel hombre lo saco de su embelesamiento.

"¿Cuánto tiempo piensas quedarte ahí parado, mirándome?"  le pregunto burlonamente.