Buscando mi flor [HuaLian]

Capitulo I

—San Lang, por favor, escúchame. Mírame

Todos los presentes veían al omega arrodillado frente a su majestad, el menor estaba desecho en lágrimas, desesperado por una oportunidad para hablar, pero Hua Cheng se negaba a mirarlo

Sabía que una vez que volteara y viera las lágrimas en sus ojos, correría a abrazarlo, pero en estos momentos las cosas eran demasiado complicadas, tanto que le estaba comenzando a doler la cabeza

—San Lang, no sé qué fue lo que hice o que es lo que viste, pero estas profundamente equivocado — Xie Lian no comprendía porque de un momento a otro, su alfa, la persona que más lo había amado, quien lo rescato, se negaba a verlo, a escucharlo, a confiar en el —te juro que no te he traicionado

Su voz se cortó en la última frase y a Hua Cheng se le apretó el pecho

Pero el mismo había visto con su ojo como su omega se acercaba a Jun Wu, el rey alfa del reino contrario, del reino enemigo. Hua Cheng había escuchado algunos rumores sobre dos o tres reuniones entre ambas personas, pero se negaba a escucharlo, había tenido la desdicha de confiar en un traidor

Las actitudes de Xie Lian habían variado el mes pasado, comenzó a comportarse nervioso y extraño, por lo que un día que salió, Hua Cheng lo siguió, solo para verlo encontrarse con aquel imbécil

—Yin Yu, sabes lo que se les hace a los traidores

—si majestad

Yin Yu no pensaba que realmente fuera a cumplirse la condena, él sabía cuan enamorado estaban la pareja, nunca paso por su mente que las cosas terminaran de esta manera, lo peor es que Xie Lian ya había dejado de esforzarse por intentar explicar lo sucedido

Estaba cediendo

Yin Yu llamo a los dos guardias imperiales, pidiendo que escoltaran al omega a los calabozos del castillo

—llévenselo, el emperador ordeno que estuviera en la celda más alejada posible, y que lo encadenaran del pie

Feng Xin y Mu Qing entraron para llevarse al omega, aquellos guardias contratados exactamente para su cuidado, ahora eran los encargados de llevarlo a su martirio, Xie Lian ni siquiera forcejeo cuando fue tomado por los hombros, siendo arrastrado por el pasillo del salón principal

Había decidido ya no decir más, solo permitiendo que aquellas lagrimas silenciosas bajaran y humedecieran sus mejillas

Hua Cheng dio un vistazo leve cuando noto que su pareja había dejado de hablar, solo para verlo ser arrastrado, parecía muerto en vida y a través del lazo que los unía, podía sentir que el omega realmente se sentía así

Pero él se sentía traicionado

Xie Lian fue confinado a la celda más alejada, durante diez días vio bajar a los dos guardias y al sirviente real, pero San Lang nunca bajo a verlo, Yin Yu era el encargado de enviarle la comida, al principio el sirviente se mostró reacio a alimentar al omega con aquella comida insípida

Pero las leyes eran respetadas sin excepción y tenía que ser tratado como lo que era en esos momentos, un traidor capturado

Xie Lian no había tocado la comida que le llevaban, sintiéndose asqueado en cuanto el nauseabundo olor salía de aquel plato, durante los diez días, el jamás toco comida alguna

Su cuerpo se debilito física y mentalmente, y a Yin Yu le dolía ver al chico así, las ojeras eran notables bajo sus ojos, sus huesos habían comenzado a marcarse a su piel, e incluso lo había escuchado llamar al alfa por las noches, cuando tenía pequeñas pesadillas

Lo que tenía más contrariado al sirviente, fueron los constantes toques que Xie Lian daba a su vientre, confirmando sus sospechas al séptimo día, cuando el omega le pidió que guardara el secreto