II. Darkness

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La oscuridad, quizás ese es el miedo más grande de Jimin, posiblemente porque en su infancia era lo único que conocía, quizás por el abuso que sufrió o su padre gritándole la mierda que era, tal vez era la sangre que recorría sus piernas cuando el cinturón de su progenitor golpeaba contra sus rodillas. Las noches frías que tuvo que soportar encerrado, cuestionando su mero existir, que puede decir siempre fue una persona insegura de sí mismo.

Aún puede recordar el rostro de su padre mirándole con desprecio, incluso el mismo odiaba su propio existir y deseaba que algún día fuera su padre quien terminara con su vida.

Tanto se acostumbró a esa vida que en cuanto la trabajadora social le llevó con su nueva familia le costó asimilar lo que había pasado, incluso llegó a tener más miedo que cuando estuvo a lado de su padre, nuevas personas. Esas personas le sonreían, le ofrecían tanto cariño que a tal grado le llegaba a causar incomodidad, le costó demasiado tomar confianza en los demás, en realidad jamás lo hizo porque estaba tan jodidamente acostumbrado al dolor que sabía que tarde o temprano lo volverían a lastimar.

El pasado no es algo que puedes dejar atrás, es algo con lo que siempre tendrás que vivir, un recuerdo latente de lo que serás, de lo que fuiste.


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Los gritos de agonía eran cada vez más fuerte, el olor se volvía a tal punto asfixiante, mientras que Jeon era llevado hasta cierta celda miraba con desconfianza el lugar, su ceño se fruncía cada vez más al ver a los maníacos del lugar pero no debía distraerse había accedido a venir únicamente para obtener respuestas.

Ahora es cuando más alerta tenía que estar, es demasiado tiempo el que ha pasado desde la última visita y realmente no quiere saber en lo que ese hombre se ha convertido tras estar años preso en estas paredes.

-Por aqui agente Jeon, le pido que no sobrepase el límite debe estar detrás de la línea roja y descuide si vemos que se altera lo sedaremos enseguida de cualquier manera le suplicó que se mantenga alerta.

El pelinegro asintió, el funcionario abrió la puerta permitiendo el paso al mas joven que entro con cierta duda quedandose un poco paralizado al ver el aspecto del paciente frente a él quien se encontraba encadenado a la mesa pero las cicatrices en su mano dejaban la evidencia del daño que el mismo se a ocasionado y en cuanto levantó la mirada Jeon tuvo que luchar para no vomitar, sus mejillas se encontraban cocidas y sus ojos rasgados notándose como apenas cicatrizaba de los daños anteriores.

-Oh vaya esto sí que es una sorpresa, cuando me avisaron que tenía visitas creí que era tu madre la que venía a verme a esa perra le gusta pasearse por aquí.

-Afortunadamente tuvo que evitarse las molestias Suk, son nuevas?-Cuestiona jalando la silla para tomar asiento.

- Algo así, sucedió cuando estaba teniendo una pequeña crisis nerviosa pero por desgracia no mori, aun -Soltó una pequeña carcajada.

- No puedes irte sin pagar todo lo que has hecho, bueno al menos que quieras que sean los mismos civiles quienes te maten. Por ahora este es el lugar más seguro que existe para ti.-Respondió el pelinegro recargándose con el resplandor de la silla cruzando sus brazos.

- Seguro, carajo debes de estar jugando, como puede esta mierda ser seguro, estan puta experimentando conmigo Jeon.

- Para medicarte tienen que entenderte, no te sorprendas es lo normal para una persona que asesina a más de 35 mujeres ....o mejor dicho 39.

Suk cambio su semblante frustrante a uno confundido por la información dicha, pero claramente no podría fingir del todo ahora, no ya que su pequeña mentira ha salido a la luz y aunque intentó reprimir toda emoción se me hace imposible no tener algo de lastima por este hombre, hombre por la que alguna vez sentí cierta admiración.

Pero esto es lo que pasa, cuando te metes con el clan de los Jeon.

- ¿Qué? -Cuestionó sonriendo solo un par de segundos para comenzar a negar segundos después.- Yo no maté a nadie, NADIE, NADIE, NADIE, COMO CARAJO PODRÍA HACERLO ESTANDO ENCERRADO EN ESTE LUGAR

Grito comenzando a jalar las cadenas que lo mantenían retenido, suspire pesado, su máscara se había caído, este es el verdadero Jong-Suk que conozco.

- Deja de fingir, escapaste ayer por la noche durante la fuga, ¿a quien intentas engañar? -Cuestione bastante obvio, manteniendo mi mirada fría sobre el que cada vez parecía perder la cabeza.

- YO NO LAS MATE JEON, ni siquiera llegué tan lejos cuando de nuevo me trajeron a este lugar, soy inocente yo soy inocente de todo lo que se me acusa, de todo, jamás he matado a nadie...me conoces. -Súplica entre lloriqueos.

- Creía conocerte, pero el Suk al que conocía, en quien más confiaba, no es un asesino. -Sentencie con brusquedad, mis palabras pareciendo quebrar lo último de estabilidad que quedaba en el.

- NO SOY UN ASESINO, SOY INOCENTE, SOY INOCENTE, DÉJAME SALIR DE ESTE LUGAR JUNGKOOK, SACAME DE AQUI CON UNA MIERDA.

Comenzó a patear todo, golpeando su cabeza contra la mesa repetidas veces haciéndome sobresaltar y los funcionarios no tardaron en llegar tomándolo de los brazos e intentar calmarlo.

Esto no fue más que una pérdida de tiempo.

- Tarde o temprano vas a confesar Suk, las consecuencias son evidentes y creeme que me asegurare de que te pudras en este lugar. -Fue lo último que dije apartando la mirada, me levanté de la silla comenzando a caminar a la salida.

Los gritos eran estruendoso, la imagen de su rostro bañado de sangre es algo que no podía sacarme de la cabeza, las lágrimas empapando sus mejillas cosidas pero lo que hizo frenar en seco fueron sus palabras, era como si eso fuese algo con lo que siempre tendría que cargar, siempre me lo decian y yo, me negaba a creerlo, aun mirando la realidad.

- TUS PADRES SON LOS VERDADEROS ASESINOS, ELLOS PAGARÁN POR TODO LO QUE HAN HECHO, POR TODO LO QUE ME HICIERON. -Grita entre sollozos, pobre hombre...-NO LO OLVIDES JUNGKOOK, DECIDISTE DARME LA ESPALDA, A MI A MI QUE SOY TU HERMANO.

La puerta fue cerrada y conforme avanzaba por el pasillo entre la oscuridad, sentía como un nudo se formaba en mi garganta, la voz de mi hermano atormentando mi cabeza, mis pensamientos. Yo no le di la espalda, él fue quien nos la dio a nosotros, él es el asesino, él es quien se merece todo esto, todo lo que le está pasando, es el precio de sus actos...entonces, ¿porque me está arrastrando con él a la miseria?

Era el fin, este es el fin de su camino y pagará por las muertes de las víctimas, de eso me aseguraré.

¿Inocente?

Quien acaso, en esta vida es inocente.

Hasta el ser más vulnerable, está corrompido.


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Capitulo dedicado a Mimi_burbujita




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