La vida es un sueño

2. Mi infancia

La infancia... pero que palabra no? Según mi querido Wikipedia, la infancia es un termino aplicado a los seres humanos que se encuentran en fases de desarrollo comprendidas entre el nacimiento y la adolescencia o pubertad. 

Dejemosla como el momento en el que eres demaciado pequeño como para ser lo suficientemente capáz de razonar, la etapa en la que vez todo a colores y te importa un comino la opinión de los demás mientras tu seas felíz. 

La verdad no me quejo saben? no tuve la peor infancia del mundo pero tampoco fue perfecta. Pude disfrutar de bastantes momentos inolvidables junto con mi familia, aunque en mi caso, no se aplico el final de un cuento de hadas.

Cuando era una niña, mis papás se separaron por un largo tiempo, no estaban oficialmente divorciados por la ley, pero hicieron el intento de no afectarnos ni a mi, ni a mi hermano, Bash.

Mi madre tomó la desición de mudarnos, encontramos un pequeño lugar cerca, para ser más exacta, un pequeño condominio lleno de niños con los cuales podía jugar un rato fuera de mi casa, fuera de mi realidad.

Saliamos todos los días al pequeño fracciónamiento a pasear con las bicis, inventar coreografías bajo la lluvia con paraguas con la canción de fondo de This is me de The Greatest Showman, haciamos pijamadas, instalabamos la casa de campaña en el patio para poder disfrutar de un rato ahí, todo era demaciado hermozo, pero yo no era capáz de darme cuenta que esas "amistades" eran toxicas, pero vaya, era una inocente niña a la cual solo le bastaba con tener a un amigo para entregarme completamente y dejarme lastimar inconcientemente.

Mi familia había disminuido, ahora solo estaba con mi madre, mi fastidioso hermano y mi querida perrita Puchi. 

Cuando mi madre decidio por fin divorciarse de mi padre, el regresó a prometerle todas las estrellas y que cambiaria por ella y por nosotros, sus hijos, aunque claro, son demaciadas estrellas para que incluso 100 personas puedan contarlas todas en una noche.

Al regresar nuevamente al hoyo del cual ya aviamos podido salir y restaurar nuestras vidas, podría asegurar que todo siguio igual, incluso peor. 

Mi padre regresaba muy noche a la casa, dejaba plantada a mi madre en sus citas, solo estaba algúnos días para cuidarnos aunque se la pasaba dormido, dejaba sola a mi madre con la responsabilidad de se mamá, ama de casa, maestra, trabajadora, etc.

Para mi padre, poder darse el lujo de desaparecer y no poder saber nada de el en un tiempo...

En fin, yo no soy nadie para juzgar la relación de mis padres, ambos cometieron errores y ambos se lastimaron, sin pensar que como consecuencia 2 criaturas más saldrían lastimadas, y si, a esas me refiero a Bash y a mi, puedo decirles que guarde cierto reincor hacia mi madre en esos momentos por averme alejado de quien yo llamaba "mis amigos" y volver al hoyo del cual supuestamente ya aviamos sanado, y no voy a negar que aun guardo un poco de reincor por ello, y no por averme alejado de esas personas, si no por aver estado ya en el pico de la montaña más alta, disfrutando de el increible amanecer y de las hermozas vistas, pero por una u otra razón tropezamos juntos y quedamos atrapados nuevamente desde el inicio.

Fue como un deja vú el cual yo ya sabía que no terminaría muy bien, aunque no puedo juzgar a mi madre, quien ella creía que era el amor de su vida le pedía regresar con ella para realizar su sueño frustrado de ser la familia soñada que siempre quisieron, era algo que mi madre realmente quería con todas sus ancias, aunque aquí se aplica la frase que el amor cega, y si, mi mamá estaba tán cegada que creía que el hecho de regresar con mi padre sería lo mejor para todos. 

Aunque no se dio cuenta que con esa idea, nos arrastró de las patas junto con ella, terminando todos un poco mal emocionalmente.

Aunque todo eso fue una enseñaza de cierta forma, nos demostró que no necesitas ser la sombra de nadie, ni a nadie para salir adelante, si te concentrás en tu esfuerzo, en tus metas y en todo aquello que quieres lograr a futuro, puedes salir de ese pozo que creías que no tenía fondo, claro que no será facil, pero ella nos tenía a nostros, a mi hermano y a mi, su motivación para salir adelante, y así fue, como siempre, lo logramos juntos. 

Claro que no fue facil, digo, con tremenda pandemia mundial y sin algún lugar al cual poder recurrir, mi abuela nos brindó su casa para que fuera nuestra de igual manera, claro, no todo podía ser perfecto, nos mudabamos a 32.6 km de distacia de donde se encontraban mis amigos, mi escuela, mis reucerdos, mi todo. 

Aunque no me quejo, esa distancia me hizo darme cuenta de quienes realmente iban a estar ahí para mi sin importar que.