La vida es un sueño

6. Mis problemas

Esta ultima ruptura realmete me afectó, tanto física como emocionalmente, empecé a autolesionarme (lo cuál quiero recalcar que eso esta muy mal, porfavor, si hacen esto busquen ayuda con especialistas), e incluso empecé a alucinar cosas que no pasaban en mi entorno.

Todo eso provoco que me empesára a cuestionar cada minúsculo detalle de mi vida, si relamente era una mala persona, si todo esto fue de algúna forma un karma por mis malas acciónes y desiciónes, quiero recalcar que siempre me a llamado la atención las cosas espirituales y que tengan que ver con el universo, también llegue a pensar que fue una consecuencia por andar en una relación a mi edad y no concentrarme en mis estudios, porque relamente me fue mal, con suerte y pasé historia y matemáticas, ahora solo faltaba el regaño de mis padres. 

De todas formas todo fue una colina abajo de malas noticias, estaba castigada, que ¿porqué?, pues bueno, otra situación que es desacada en la pubertad es la reveldía y el mal genío. 

Lamentablemente toda mi familia cuenta con un genío espantoso, y gracias por esa cosa que te enseñan en 1ro de Secundaria llamada "adn", compartía su mal genío y luego agreguenle que como puberta, como antes mencionaba, la adolesencia mantiene tus hormonas a tope.

Esto provocó que me volviera demaciado revelde, esto segúro fue muy dificil para mi madre, ya que siempre fuí su niña pequeña, super responsable y buena niña, pero esta versión de mi se fué para no regresar.

¿Porqué? Pues esa niña quien aparentaba estar bien y felíz estaba destruida internamente, se guardaba todos sus problemas y por más destruida que estubiera, siempre sacaba una grán sonrisa, y bueno, la actual Megan no se reserva para nada sus comentarios, si algo no le parece, no va a temer con devatir acerca del tema, y si llegase a sentirse mal, la diferencia de la Megan pequeña y la de ahora es que antes ayudabá a todos sin yo tener a alguien con quien hablar para poder desahogarse y expulsar todos sus problemas y los de los demás, que tambien cargaba en su espalda.

Sin enmbargo, en estos momentos cuento con ayuda de una especialista, una profecional.

Les presento a Kelly, mi psicologa, una mujer la cual me a llenado de anegdotas y enseñanzas increibles, alguien que me a ayudado siempre que lo necesite, me enseñó a controlar mi irá, mi tristeza, mis emociónes que pudieran afectar a alguien más o incluso a mi, y sobre todo, mis alucinaciónes.

En un punto yo sentí que ya todo estaba en orden, hasta que un día desperté... Kelly mencionó que mis alucinaciónes avían acabado, yo ya estaba bien.