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Caminábamos por los pasillos de la escuela hasta llegar con las chicas —Hola Mei! Hola _____! — nos saludo Miriam —Hola chicas — las saludé nerviosa mientras seguía mi camino

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Caminábamos por los pasillos de la escuela hasta llegar con las chicas —Hola Mei! Hola _____! — nos saludo Miriam —Hola chicas — las saludé nerviosa mientras seguía mi camino

—Amm y porqué el gorro? — nos preguntó Miriam —Hicieron ejercicio está mañana? — nos preguntó Abby —Yo las cubro nenas — dijo Priya dándonos un desodorante a cada una

—Mei, esto es serio, Tyler le habló a todo el mundo sobre el Daisy Mart — susurró Miriam —El qué? — preguntó Mei poniendo su desodorante en la cara

—Qué tu mamá se volvió loca — susurró Abby —Y que eres una pervertida — dijo Priya —Yo jamás sería! — Mei gritó mientras respiraba hondo y se volteaba sobre sus talones

—Tyler es un niño inseguro y tonto, hubo una conversación y se revelaron varios secretos incómodos — dije dándole el desodorante a Priya

—Hola _____, no te había visto en el autobús hoy y se me hizo raro — escuché una voz detrás mío y me volteé

Era Julián! —Si amm tuve una emergencia familiar y mi mamá me trajo a la escuela hoy — le dije nerviosa

—Esperó qué estés bien — me dijo Julián poniendo su mano en mi hombro y de pronto unos gritos se escucharon y Julián se volteó y una mi cola apareció

—¡Gracias pero tengo qué irme! — grité mientras escondía mi cola bajo mi falda y me metía a mi clase donde mi cola desapareció

Le di un sorbo a mi té y me recosté en mi asiento —Y ahora qué mosco le picó? — escuché preguntar a otra chica detrás mío —Nada de tu incumbencia — dijo Priya

—Estás bien, estás actuando muy extraño nena — mencionó Priya —Es sólo qué amo la química — era mentira y Priya lo notó —Hasta qué me lo cuentes puedes tomar esto — me dijo deslizaba un libro

—Eso te gustará — me dijo mirando al frente y con una sonrisa en el rostro —Ay! Te quiero! — dije abrazándola y ella sólo me dió unas palmaditas en mi gorro

—Nena... — me llamó Priya y yo no respondí sólo mantenía la cabeza baja en mi cuaderno —Tu mamá está afuera — me susurré y yo me giré a la ventana

Mamá estaba detrás de un árbol, la clase se Mei estaba al lado mío así qué tenía una increíble vista de ambas

—Trágame tierra — me dije tapando mi rostro con mis manos mientras qué escuchaba a mamá discutir con el de seguridad

Todos los estudiantes de ambas clases se pusieron en la ventana y yo sólo pensaba en las miles de formas en las qué podría fingir mi muerte

—¡Meilin! ¡______! — olvidaron sus toallas! — gritó mamá a todo pulmón mientras las sacaba de su bolsa y se las mostraba a todos

No pude con la venganza

Una explosión rosada golpeó a todos en el cuarto pero noté que mamá me había visto y mientras la niebla se disolvía yo salí corriendo pero me choqué con Mei

—¡Vamos! — le dije tomando su mano y llevándola al baño de chicas dónde puse un bote de basura para impedir qué alguien entrara

Pero una chica rubia com accesorios en el pelo salió de un cubículo —No. Te lo puedo. Creer — tapé su rostro con mi pata superior en la última frase y la deslicé de nuevo dentro del cubículo

Alguien tocaba el baño así qué me asusté y me subí en la ventana y esperé a qué me bajara para empezar a correr.

Pasamos por un callejón y por accidente asusté y tiré a varías personas al igual qué Mei

Después entramos en un callejón más estrecho y empujé el trasero de Mei porqué no cabía y cuándo salimos del lugar estábamos llenas de hojas

Pasamos por el Daisy Mart y vimos a Devon de espalda inconscientemente Mei y yo movimos la pata arriba y abajó rápidamente

—¡Awoga!/¡Awoga! — dijimos las dos pero nos escondimos rápidamente.

Doblamos una esquina y Mei se intentó esconder de un chico en patineta pero se puso en medio de la calle lo cuál causó qué un auto se detuviera bruscamente y otros chocaron con el primer auto

Mei y yo nos subimos a unas escaleras de emergencia de un apartamento pero esté se venía abajó así qué decidí saltar hasta el techo del edificio del otro lado

Mei quedó encima de un cartel —Mei dame tú mano! — le grité

Ibamos por los techos y los tejados de las casas, el templó no estaba tan lejos así qué decidimos saltar

El señor Gao el cuál estaba regando unas plantas nos vió pero justo antes de llegar ambas caímos en la parte superior de la pared del templó

No me importaba nada y sólo entré a mi casa y me metí en mi cuarto, me tiré en el suelo y abracé mis peluches mientras lloraba y Mei llegaba a mi cuarto con dos peines y una cobija

—Niñas... — escuché a mamá —Vete! No quiero qué me veas! — le grité llorando —Ya no lloren — nos dijo mamá en un tono dulce —Qué nos está pasando?! — gritó Mei

Papá entró al cuarto alarmado y se escuchó atónito cuándo nos vió —Ya pasó tan pronto — mencionó papá

—¿Cómo dices qué dijiste? — le pregunté levantándome del suelo y papá sólo vio a mamá y le dijo qué era hora.

En el santuario mamá nos contó qué nuestra antepasada Sun Yee adoraba tanto a los Pandas rojos qué le pidió a los Dioses qué la convirtieran en uno

Los hombres se habían ido a la guerra y ella estaba desesperada por proteger a au familia así qué en una noche de luna roja los Dioses se lo concedieron

Sun Yee le heredó el don a su hijas y sus hijas lo heredaron y después nuestra familia se movió a un nuevo mundo y entonces la bendición se convirtió en una maldición o cómo mamá le dije un "inconveniente"

Me altere tanto qué tire la mesa de las ofrendas y me dirigía a la imagen de Sun Yee pero mamá de detuvo diciéndome qué había una cura ya qué ella también había pasado por eso también lo qué nos sorprendió a Mei y a mí

Nos explicó qué en una luna roja haríamos un ritual donde sellaríamos el espíritu de nuestro panda en un dije cómo el suyo

Pero nos advirtió qué cualquier emoción libera al panda y qué entré más dejáramos salir al panda más difícil sería el ritual ya qué había una oscuridad en el panda y no querríamos desperdiciar esa oportunidad ya qué de otro modo nunca seríamos libres

Papá dijo qué la siguiente luna roja sería el 25 de mayo lo cuál era todo un mes!

Turning RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora