Los dos guerreros Shaolin aparecieron en medio de los jardines del templo de la Academia Wu Shi gracias al trueno que había creado Raiden. Ellos llegaron solos sin su maestro, debido a que este tenía otros asuntos por atender como llevar a los Lin Kuei y auxiliar al Mundo Exterior curando a los heridos, por lo tanto, solo le bastaba con dejar a sus campeones a su hogar. El trueno que cayó por los cielos hizo un fuerte ruido que hizo que los monjes que hubiera por la zona fijaran su atención en él. Al ver que eran sus campeones, sintieron una gran esperanza, porque pese a que se encontraban heridos, se les veía tranquilos y con una expresión en el rostro que solo demostraba que habían ganado.
– ¡Regresaron! –dijo un niño monje señalando a los guerreros. Este junto con otros niños se pusieron muy felices al ver a sus héroes ya que recuerdan el miedo que sintieron cuando los del Dragon Negro atacaron el monasterio.
De repente, algunos monjes que se encontraban cerca comenzaron a aplaudirles por su valentía al ir hasta el Mundo Exterior a defender la Tierra y regresar victoriosos. Aunque quizá no fuera el momento más preciso para celebrar puesto que varias estructuras del monasterio fueron destruidas, esos eran daños materiales que se podían arreglar y, por lo menos, su bando ganó. Liu Kang y Kung Lao sonrieron ante los aplausos, después de todo el altercado, ser recibidos con eso les causó una gran satisfacción.
Sin embargo, había una cosa importante, después de un conflicto como ese, era obvio que los dos guerreros habían pasado varias horas sin tomar agua ni comer, además de las ya mencionadas heridas que tenían y que lo más probable es que también necesitarían una ducha; por lo que algunos maestros se les acercaron de inmediato.
– Vengan, tenemos que atenderlos –dijo uno de los monjes encargado del área de salud un, poco apresurado puesto que tenía que revisarles con urgencia.
Por lo tanto, ambos siguieron a sus superiores, quienes los guiaron hasta un área especial. En ese lugar se les hizo un chequeo de sus signos vitales, se revisaron el estado de las heridas, les suministraron alimento, los hidrataron e incluso les ordenaron bañarse ya que, como era de esperarse, apestaban. Finalmente, se lavaron, se vistieron con prendas limpias y se cubrieron aquellas lesiones que tuvieran riesgo de infecciones. Aunque éstas pudieran ser curadas rápidamente por Raiden, al encontrarse en el Mundo Exterior, tuvieron que atenderlas en lo que el dios llegaba. Los Shaolin se asombraron al ver el enorme hematoma que tenía Liu Kang provocado por el amuleto de Shinnok, sin embargo, eso ya no era asunto de ellos, sino de Lord Raiden. Por lo tanto y por el momento, le cubrieron la zona con vendajes.
Adicional a eso, durante la intervención los dos jóvenes se sorprendieron al darse cuenta de que ellos habían abandonado el monasterio temprano en la mañana y que habían regresado hasta la tarde del siguiente día. Eso explicaba por qué se acabaron la botella de agua que les dieron de un solo sorbo. De igual manera, ambos guerreros iban preguntando sobre cómo se encontraban sus demás maestros y compañeros. Ellos se aliviaron al confirmarles que no hubo muertos y que gran parte de los heridos fueron curados por Raiden. No obstante, también se enteraron de que el ataque provocó muchos destrozos y que incluso había zonas prácticamente inhabilitadas como resultado de la invasión de los Dragones Negros. Por lo tanto, se les informó que los Shaolin estarán los siguientes días ayudando a reconstruir dichas áreas.
Cuando todo ese proceso terminó, los dos hombres salieron del lugar. De inmediato, Liu Kang tomó un gran respiro al sentir la brisa rozar contra su torso descubierto, él al igual que su compañero sintieron esa tan anhelada paz de estar de vuelta en su hogar. Sin embargo, ya estando más tranquilos, pudieron ver con mayor detenimiento los daños hacía el templo. Pero antes de que pudieran lamentarse por eso, fue entonces que Kung Lao recordó que, debido al inesperado conflicto, su amigo no le pudo responder sobre si quería ser su pareja o no. Por lo que ahora que ya se encontraban en paz supo que era el momento de sacar el tema.
ESTÁS LEYENDO
Las heridas sanan.
RomanceKitana termina su relación con Liu Kang, dejándolo emocionalmente herido. Su mejor amigo Kung Lao tratará de consolarlo con lo que le sea posible. Pero en eso, se dan cuenta de que ambos tienen heridas del pasado que deben de sanar, percatándose que...