Capítulo 1: La ruta

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Estaba exhausto de caminar por la carretera, con un calor abrasador, era peligroso caminar por aquí, no podía pedir aventón; eso era evidente.

Creí ver un espejismo, pero no, era una gasolinera. Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a la gasolinera. Entre a la tienda, vi al encargado y me acerque.

-Tiene un teléfono que pueda usar- Él simplemente me miro y señalo la esquina en donde estaba el teléfono de servicio público.

Empecé a marcar los números, solo se escuchaba el sonido de las luces de la gasolinera zumbando; hasta que escuche en la otra línea como me respondía con un Bueno

-A

-Buenos días, con la residencia Collins-

- Eres tú, ¿Cuándo llegas?-

- Dentro de unos días-

-Te vas a tardar mucho, ves que te dijimos ven con nosotros pero no. Terco como siempre-

-Solo cállate, estoy llamando para que me digas por donde ir-

- ¿Dónde estás?

-En la ruta 115, en una gasolinera.

-Te falta bastante.

-Lo bueno, tenemos cuatro meses.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que su voz cambiara de tono, más suave, casi resignada.

—Sigue por la 115 hasta que la carretera se divida en dos. Toma el camino al lado derecho. Hay un pueblo cercano; podrías pasar la noche ahí

-Okay, y después del pueblo a donde voy-

-Te diriges a la ruta 113 y desde ahí hay un lugar de recogida de buses, te subes al de la A-51 en tendido-

-En tendido, Gracias- Después de eso él colgó.

El terminó la llamada.

Llegue al punto donde se divide la carretera. Ahora a buscar el pueblo, vi como había unos letreros, uno indicaba hacia la carretera 114 a la izquierda; tenía que ir a la derecha y buscar un camino, el calor era insoportable.

Mientras caminaba me percate que había un camino de tierra; pensé que debía ser este.

Sigue el camino, hasta que llegue a lo que parecía una granja, escuche como alguien hablaba, parecía una voz femenina. Me dirigí hacia la voz, cuando me acerqué lo suficiente vi que era una chica de unos 15 y un hombre que estaba agachado.

Decidí acercarme aún más, ambos voltearon y me vieron.

-Hola, Buenos días- Ambos se miran entre sí

-Buenos días- dijo la chica.

-Estoy de camino, y estaba buscando donde poder pasar la noche-

-Pues aquí no- dijo cortante la chica, pero el hombre en cuclillas le hizo una seña con la mano y cuando tuvo la atención de la chica empezó con una serie de movimientos con sus manos, era lenguaje de señas, ella parecía disgustada, pero de inmediato cambió a una expresión más alegre.

Ella dirigió su mirada hacia mí, me escanea de pies a cabeza -Está bien- .... -Ven sígueme-

Empezamos a caminar por la granja, se podía ver a lejos una casa mientras más avanzamos.

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