Capitulo6

618 29 0
                                    

TOBIAS

En los días que siguen, es el movimiento no la quietud, que me ayuda a

mantener el miedo y la tristeza controlada. El caminar los pasillos del

complejo en lugar de dormir. Todos los demás se han ido adaptando a la

nueva realidad que surgió en su memoria luego de que el suero de la

verdad entrara en su sistema.

Están todos reunidos en una área donde se trabaja con revivir los

recuerdos básico e importantes, y donde se le inculca la verdad: que la

naturaleza humana es compleja, que todos nuestros genes son diferentes,

pero no somos ni dañados ni mucho menos puros. También se les da la

mentira: que sus recuerdos fueron borrados debido a un accidente.

Estos últimos días he sido incapaz de estar en compañía de alguien más,

sin embargo el miedo se apodera de mi cundo estoy completamente solo.

No soporto estar cerca de ellos, porque ellos están todos resignados a la

idea de que Tris se ha ido para siempre, que ella no despertara, que es

sólo cuestión de tiempo antes de que nosotros debamos desconectarla

como lo haremos con Uríah.

No puedo escucharlo decir estupideces, y tratar de reconfortarme. Es

insoportable porque no saben cómo de estúpidos y patéticos suenan. Tris

no morirá. No la dejaré.

Cuanto más tiempo estoy alrededor de ellos, siento como crece dentro de

mí un poderoso odio, hasta lo siento hervir a fuego lento en mis venas y

no puedo parar de gruñir a cualquiera que se atraviese en mi camino.

Todos me han dejado.

No tengo ninguna compasión por aquellos que sufren por ella. No

comparto su dolor, no me siento cómodo con las historias que cuentan

sobre las hazañas de ella, ahora legendarias en voz baja y en tonos

reverentes. Quien se atreve a utilizar el pasado para describir a Tris en mi

presencia rápidamente lo lamenta.

Por mi propio bien y el suyo me mantengo alejado. Pero cuando estoy

solo, es peor, porque no estoy enojado y el odio no opaca el dolor que

siento. No hace falta esconderlo de mí mismo: tengo miedo. No puedo

perderla. Mi corazón se acelera cuando, me siento al lado de su cama y

espero por algo, algo que me diga que aún está ahí, en algún lugar

enterrada bajo capas de daño y el dolor, pero que sigue ahí.

Una vez le dije... ahora cada día, y a cada hora se lo digo una y otra vez, mi

Leal (final alternativo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora