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Jungwon aún seguía enojado con su padre. Estaba tan enojado que le surgió el pensamiento por su mente: sacar a ese omega de su hogar. 

Sentía celos hirvientes por sus venas y el hecho de verlos darse muestras de afecto frente a él, hacía que su estómago diera locas vueltas. 

Aunque, sinceramente, su pensamiento no estaba bien. Justamente estaba pensando como esos pubertos los cuales se metían en la felicidad de sus padres. ¿Qué clase de hijo era? 

Suspiro por milésima vez en el día. Era sábado por la mañana. A diferencia de su padre Sunghoon el cual le dejaba panes quemados con dos huevos y jugó de naranja desabrido, Sunoo se esmeraba en cocinar, aunque eso no le competa. 

Por qué sí, Sunoo no era la sirvienta. 

Bajo por las escaleras hasta llegar al primer piso. Jungwon camino por el pasillo hasta llegar al comedor, donde ahí yacía ya la comida. Sopa de fideos y jugo de naranja. Todo estaba correctamente ordenado en su lugar. 

Frunció un poco su ceño y miró hacia el omega el cual llevaba otro plato de comida hacia la mesa. 

— D-despertaste. —Un sonrojo apareció en las mejillas del mayor. 

Jungwon soltó un bufido, siendo un poco grosero y solamente se sentó en el cual era su lugar. 

— E-espero y te guste la comida. —Sunoo dijo con voz dulce. 

¿Por qué ese omega tenía que ser tan castrante? Jungwon no entendía por qué esa persona tenía que ser tan buena en todo, casi como un todo terreno. Cocinaba, estaba embarazado, cuidaba de él mismo como de su padre, hacía tantas cosas que Jungwon se sentía inútil solo siendo un año menor. 

Jungwon sólo hizo un sonidito con su garganta en agradecimiento y Sunoo sonrió mientras tomaba asiento al otro lado de la mesa, frente al menor. 

Había pasado una semana desde que Sunoo llegó y seguía siendo extraño compartir cosas con alguien que apenas conocía. 

Cuando Jungwon llevó la cuchara a su boca, sintió sus pupilas gustativas reaccionar ante el delicioso sabor de la comida. Miró a Sunoo sorprendido y el omega en cinta dejó de comer. 

— ¿P-pasó algo? —Preguntó nervioso al ver la cara roja del hijo de su Alfa. 

Jungwon negó y volvió a su faceta anterior, sintiéndose tonto por un momento. — No. 

— ¿E-está tan mala? 

Jungwon le miró de reojo y negó con su cabeza. — N-no, está... Muy buena. 

Sunoo sonrió con cierto brillo en sus labios. 

— Me deberías de enseñar. — Dijo Jungwon al aire y ambos chicos se miraron. 

Sunoo sonrió con un poco de comida en su boca haciendo que sus mejillas lucieran como las de una pequeña ardilla. — C-claro... 

Y ambos chicos desayunaron en la calma de la mañana. Jungwon aún tenía mucho por que aprender del nuevo inquilino. ¿Cuánto le costaría asimilar todo?


[ quiero tener mi pelo larguísimo y también quiero tenerlo corto, ayuda ]

Very young/sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora