Búsqueda de Estrellas

Capitulo III.- Sunshine

"¿Sunshine?"

Roxana no comprendía lo que sucedía, de pronto la mujer la abrazo, el calor que irradiaba la acaricio y sintió como su cuerpo se relajaba.

"Debió asustarte mucho morir, ¿Verdad Sunshine?" La mujer, aún sin saber su nombre, le daba caricias en la espalda, intentado consolarla. "Era el único modo de tenerte aquí. De que seas la estrella que debes ser, Sunshine, eres la única persona que puede guiar a la última estrella en ser creada en este tiempo de guerra."

"¿Tiempo de guerra?, ¿Por qué yo?" Roxana no creía lo que pasaba, tenía miedo, murió y ahora tiene que estar en una guerra.

"Roxana Castillo, eres parte de una estrella, debes ser la líder, la que guiará con puño amable pero firme a la última esperanza del universo." Sonaba sería la voz de la dama de luz. Roxana no quería pensar como sucedió todo.

"¡¿Me puedes responder mis preguntas?!, ¡Estás diciendo que soy su última esperanza, pero no sé que pasa!" Roxana se alejo de la mujer con brusquedad, ya no soportaba estar cerca de la mujer. Más si no le contestaba nada.

Los ojos cálidos se enfriaron un poco, el fuego seguía, pero atenuado.

"Eres Sunshine, la luz roja de una estrella de cinco puntas, como los videos animados de tu tiempo, moriste por hipotermia, tu cuerpo se congelo hasta la muerte." Sus brazos se entrelazaron abajo su pecho, y en su rostro se empezó a convertir en una mueca de disgusto. "Ahora estamos en tiempos de guerra cuando la gente de la oscuridad empezaron a atacar a las estrellas, manipulando a las partes oscuras para asesinar a sus compañeros y amigos."

Las palabras se fueron de la boca de Roxana, la explicación no le está dando tantas respuestas como le gustaría.

"¿Sabes quiénes son las otras cuatro personas?, ¿Mis compañeros?, ¿Que es una parte oscura?" Cada pregunta le pesaba más el estómago a Rox, se sentía como un bebé conociendo el nuevo mundo.

"Lamentablemente, no conozco a tus compañeros, mi contacto con mis amigos no funciona en este momento porque no has interactuando con la parte oscura." La mujer comenzó a caminar, Roxana la siguió rápidamente para no perderla. "Una parte oscura, es tu contraparte en la estrella. La persona encargada de eliminar la estrella cuando pasen sus siglos o milenios, ahora la gente de la oscuridad está matando a estrellas jóvenes e inexpertas, las estrellas antiguas internan resistir, se cree que no durarán mucho tiempo."

Los puños de las mujer se apretaron, y su cabello se iluminó, el calor acogedor que se acostumbro empezó a cambiar a uno más fuerte, de 30° a 50°, Roxana esperaba que no subiera más, se estaba empezando a marear y no creía poder seguir más.

Para una persona normal, 50° serían ya suficiente para desmayarse, pero ahora Roxana Castillo ya no es una persona normal, su cuerpo está hecho de fuego y luz. La temperatura ya no es normal en su cuerpo.

"Pero... ¿Cómo voy a regresar?, Se supone que debo estar muerta, yo me sentí morir." Roxana empezó a entrar en pánico, recién empezó a ver la verdad, está ahora muerta y eso le está doliendo el alma. Nunca vera denuevo a Thalía, a Amelia y menos a sus padres divorciados en Chile. Ella no quería eso.

"No te preocupes, mi sunshine. Regresarás, esos tipos llamados médicos te salvarán." Las manos de la mujer se juntaron y con un suspiro, todo se empezó a derrumbar, la mujer empezó a apagarse y parpadear. "Es hora de que vuelvas, Sunshine recuerda. Ahora tu vida es diferente y cada nueva punta de estrellas será tu compañero fiel y Leal, tu trabajo es liderar en la victoria contra nuestro enemigo. Mantente a salvó"

Y con eso, todo se volvió a oscurecer para cambiar de luz, a una blanca brillante, no como la luz cálida de la mujer de fuego.

Roxana, abre lentamente los ojos, sin acostumbrarse a una diferente luz, su vista estaba borrosa, todo giraba a su alrededor y solo veía manchas de personas blancas y una verde. Cuando intento hablar, nada salió, fue cuando se dió cuenta de la mascarilla de oxígeno que estaba en su boca ayudándola a sobrevivir junto a las capas de frazadas que tenía encima.

"¡Roxana!, ¡Roxana! ¡Reacciona porfavor!" Escuchaba un grito lejano junto a muchos murmullos. La figura verde intentaba acercarse, solo para ser detenida por otras dos manchas blancas.

"Sus signos vitales están estables, el coma duro menos de lo que se esperaba." Fue lo dicho por una voz masculina. Después de escuchar esas palabras, Roxana ya no podía escuchar más, estaba mareada y todo volvía a oscurecer, y con ello decidio volver a descansar.

Dentro de su conciencia, empezó a meditar, en tan poco tiempo muchas cosas importantes pasaron, su cerebro no podía procesar toda la información que fue ingresada. Roxana intenta separar los datos importantes que le han pasado en este momento.

1° Prefirió quedarse en casa para después arrepentirse.

2° Se subió a un taxi el cual resbaló gracias al hielo gélido, lo que causó su "muerte".

3° No falleció, algo paso, una mujer la convirtió en una 'Estrella'.

4° Despertó brevemente en el hospital.

Roxana en su mente empieza a subrayar esos datos como los más importantes, y con un sentimiento de que algo se olvidaba.

En la oscura conciencia de la mujer ocurrió un cambio, un recuerdo se empieza a desarrollar. El fuego se encontraba en toda una civilización, personas corriendo, luces apagándose en el cielo. Y sobre todo sangre oscura, cómo petróleo (¿Será petróleo? Roxana no quiere saber) empezó a correr buscando alguna forma de conseguir ayudar a la gente.

Su cuerpo se detiene con brusquedad, su vista se fija en una manta naranja. El fuego no le hacía daño a esa manta, incluso parecía cuidarla.

Pasos lentos se empiezan a acercar a la manta, y al llegar quita lentamente un lado de la manta, pies pequeños, de color naranja claro, un color antinatural que nunca a visto. Vuelve a tapar los pequeños piecitos y destapa el lado contrario, un mechón rojo se encontraba en una cabeza grande, ojos grises la miraba, dando a saber que la criatura no tenía más que unos días. Fue en ese momento que al mirar su mentón vio un signo raro, una estrella. Que se reducía en cada momento para parecer un lunar. Un familiar lunar, ese mismo lunar estaba en su mentón, Roxana con nerviosismo busco otra marca, en el brazo derecho, una "S" muy bien dibujada estaba allí, y con manos a la boca su mente se detuvo.

No podía ser... Esa niña, tan pequeña pero con una gran cabeza. Esa niña de color tan extraña, y con un cabello tan rojo que incluso las manzanas de Blancanieves sentirían envidia de tal color. Esa niña era Roxana, Roxana la universitaria que decidió alejarse de su familia, Roxana que sufre de nostalgia incluso más de lo que sufre dolores de cabeza.

Y con todo eso se derrumbó, no vio en su pánico como la mujer solar levantaba a la joven bebé y se la llevaba en un resplandor de luz.

Las manos de Roxana no se quedaban quietas, el sudor comenzó a recorrer su rostro a raudales. Sus ojos le ardían mientras su garganta comenzaba a cerrarse, se sentía quemar, de la misma madera de cuando la nieve la cubría hasta morir. Y empezando a rascar sus brazos como si fuera a quitar lo que la tenía en confinamiento. El sudor en sus manos seguía aumentando, hasta que el sudor se cambió por calor. Y el calor se convirtió en fuertes llamas calientes.

Las llamas no la quemaba, eran calidas pero no peligrosas. Ayudaron a ver mejor en la oscuridad que se empezó a sucumbir la escena de destrozos y horrores que presenció.

Pasados unos minutos, Roxana logro estabilizar su respiración al igual que sus pensamientos. Sin Thalia o Amelia presentes fue mucho más complicado.

Con su mente en una posición concreta, su visión paso de la oscuridad a sus manos ahora cambiadas. Ya no era del tono tostado con el que vivió toda su vida, el mismo tono que tenía la bebé era ahora el que estaba en sus manos, mientras que de muñecas hasta sus hombros no cambio nada.

-¿Qué ah pasado?

Su voz ronca y sin hidratarse apenas pudo pronuncias la pobre frase. Roxana ahora solo quería desperté de esta horrible pesadilla y volver al departamento de la señora Ross, junto a Thalía, mientras tomaban chocolate caliente y veían la ruidosa ciudad en la cual viven.

Roxana solo se posicionó en forma fetal, no podría moverse en un buen tiempo, el agotamiento le pegó como un camión. Cerrando los ojos deseo no soñar nada malo, solo quería paz en este momento. No cree soportar más tragedia ni más locuras de su ahora loca vida.