𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒: 𝐋𝐥𝐚𝐯𝐞 𝐝𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬

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Tome la mano de papá y lo seguí a la habitación principal en donde se encontraba  Ezra llorando.

Después de que mamá lo golpeó nos sacó a todos de la habitación y lo dejo solo parado en la esquina. Note que papá se había enojado con mamá por haber pegado a Ezra, pero no dijo nada, supongo que no quería discutir.

Papá me hizo sentar en la cama yendo hacía Ezra y lo cargo.

— Ya bebé shh — comenzó a darle palmaditas en su espalda tratando de calmarlo — Ya estás con papá—

— Mami mala — se quejó y tenía razón, llevaba en ese rincón más de una hora. — Ezra está cansado y con hambre — se cruzó de brazos.

— Primero un baño príncipe — comenzó a desabrochar el enterizo de gato que llevaba puesto dejándolo únicamente en pañal que estaba muy abultado— ¿Quieres ayudarme a darle un baño? — me sonrió papá y asentí, pero Ezra me miro enojado y avergonzado.

Así que decidí no ayudar.

Después de unos minutos papá acostó a Ezra en la cama colocándole un chupete.

Poco a poco comenzó a quedarse dormido y papá lo cambio rápidamente, vistiéndole con un enterizo azul con diseños de nubes — Debe estar muy cansado  — hablo arropándolo debajo de las mantas — Dejémosle dormir una pequeña siesta. Vamos a ver qué hace mamá —

Salimos de la habitación y nos encontramos a Spencer en el pasillo con un gran vestido rosa y una pequeña corona — Mira papi — chillo con emoción mientras saltaba — Soy una princesa y mami la reina — mamá llevaba un vestido corto con un gran escote y pegado  a su cuerpo.

— Si bebé las tres son preciosas — Salimos al patio y había un enorme saltarín e inmediato mis hermanos corrieron a subirse en él incluyéndome.

Mientras saltaba vi a lo lejos a papá y a mamá discutiendo e hizo lo mismo que con Ezra, le dio una cachetada a papá, pero no pude ver más por Caleb.

— PayPay — chilló Caleb abrazándome.

— ¿Qué? —

— ¿Por qué no estás saltando?, el señor oso dice que estás aburrida —

— Pues ya me cansé Caleb y deberías disculparte con Ezra —

— NO. Él mordió a mí — me enseñó su brazo — Y cabeza duele  —

— Pero igual no debiste molestarlo —

— Él quería quitarme esto — me enseñó una pequeña llave oxidada.

— ¿Qué es eso? —

— ¡Una llave Dah!— respondió Caleb.

— Si sé que es una llave ¿de dónde la sacaste? —

 𝐁𝐚𝐛𝐢𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora