Payton solo quiere saber la verdad de todos los secretos que la persiguen pero primero tendrá que aceptar su nueva realidad. Aceptar que es tratada como una niña pequeña y que sus hermanos dejen de pensar que esta Loca.
Contiende ABDL
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— ¡Ayuda!— grité con desesperación mientras sentía como mi corazón se aceleraba con cada paso que daba.
Solo necesitaba irme de este lugar o precisamente de casa.
— Oficial — logré comentar con el poco aliento que me quedaba.
Me miro extrañado y me brindo una sonrisa de apoyo para luego sorprenderse al verme completamente.
— Oh Pequeña — bufo con ojos tristes — ¿Has perdido a tus padres a caso?. Faltan tres horas para que sea media noche una niña no debería estar sola —
— No soy una niña, mis herma...amigos, mis amigos están en peligro necesitamos ayudarlos — Hacía un gran esfuerzo de no llorar. — Escape de casa por favor ayúdeme —
— Por supuesto — me sonrió mientras se quitaba su chaqueta para luego cubrirme con ella. — Sube al auto pediré refuerzos— obedecí su orden sintiendo un gran alivio.
Subió al volante y comenzó a conducir sin emitir ni una palabra, lo miré confundida y decidí preguntar— ¿A dónde vamos?— solo me miro y siguió conduciendo.
— A casa con tus padres—entonces me di cuenta de que no solo eran mis padres, sino todos, trate de abrir la puerta lo más rápido que pude, pero fue imposible — Seguro de niños. — afirmó burlándose.
— No, no — supliqué mientras golpeaba la ventana con toda mi fuerza — Por favor, por favor — solloce, todo mi esfuerzo de tres meses se había ido a la basura.
— Tranquila pequeña ya estaremos en tu casa no debes tener miedo —
— No lo entiendes — rompí en llanto como si de una niña de dos años se tratara — ¡Quiero irme! — grité — Nooooo — llore con más fuerza al ver cómo nos acercábamos a casa.
— Sé que debes estar asustada, pero el oficial Miller no te hará daño solo te llevará con tu familia—
— No lo entiendes, no lo entiendes — patalee con enojo, solo quería ser libre, quería entender que era este lugar y saber quien soy.
Todo el camino supliqué que me dejara ir, pero solo me ignoro. — No, no me dejes aquí — lloré con amargura sintiendo como sus manos me cargaban.
Se acercó a la cerca y la abrió con delicadeza mientras yo me dedicaba a separarme de esos brazos.
— Oh, que sorpresa tan maravillosa— la voz de la anciana hizo que me estremeciera por completo — le diré a los señores que la niña ya está devuelta, por aquí por favor — todo estaba perdido y me dediqué a mirar los lugares, nunca había estado por estos rumbos.
La entrada estaba lleno de Lirios blancos, haciendo que la casa se viera hermosa, la puerta principal se veía muy antigua y grande a mi parecer, la casa era como un castillo.
