El deseo, la magia y la energía siguen allí, nada ha cambiado, de esos deseos que, aunque pase el tiempo ahí están, ahí siguen, inertes, pero más vivos que nunca.
No te hablo, no te escribo, no te llamo, pero te pienso y de una u otra forma allí estás, siempre presente, el deseo está vivo y muestra presencia siempre cuando al recordar, el cuerpo late por sí solo....