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¿Calor?


Entre las penumbras de una habitación; una figura es expuesta debido a la luz de la computadora que refleja su cuerpo.

Entre las penumbras aun es notorio el ceño fruncido debido al cansancio y la sensación de calor a consecuencia del clima del verano. Lentamente movió sus cabellos llevándolos hacia atrás, sus dedos quitaron los anteojos de pasta gruesa y los dejó sobre el escritorio.

Despues de frotar sus ojos, cubrió por completo su cara y se dejó ir por el asiento para que poco a poco se pudiera estirar y sentir que se destensaba cada músculo superior de su espalda.

Durante días, había estado sentado enfrente del monitor sin dejar descansar sus pequeños ojos y su espalda -ahora encorvada-,  le dolía toda la línea de su columna  hasta llegar a su coxis; en definitiva estaba muy cansado; suspiró pesadamente y posó sus manos en su cuello tratando de relajar lo más posible.

—Me gustaría sentir tus manos justo aquí y hacerme un masaje, ¿que dices? —musito—.  Mañana es el día del juicio ... —Sus mejillas forzaron una sonrisa—, confío en que me acompañarás, y estaremos un poco más tranquilos.

El calor abrazador de entre la oscuridad, lo hizo sentir pegajoso, hasta el punto de esta ansioso.

— Tomaré un baño rápido. Sé que no te gusta darme besos en la frente cuando sientes mi sudor — habló al mismo tiempo que su sonrisa se desvaneció —, en fin... dejaré que mi cuerpo descanse un poco.

Lentamente se paró para llegar hasta el baño, en donde rápidamente abrió los manerales para que la tibia agua. Llenaría  la tina preparada de algunas sales aromáticas, hasta que su cuerpo sienta la paz que su mente aun no consigue y probablemente nunca consiga.

Mientras esperaba que se llenara, fue directo a su clóset para sacar su conjunto de lino negro, nada mejor que una pijama cómoda para sobrevivir a la temperatura calurosa de la noche; y aún estando dentro de su clóset, escuchó como el agua empezaba a gotear y pronto desparramarse sobre el suelo.

—¡Mi amor!, ¿¡puedes cerrarle a la llave!?— dijo corriendo con su toalla sobre el hombro —, ¡hay muchas gracias por la ayuda! — mencionó sarcásticamente hasta llegar a cerrar la llave del agua.

— ¿Tomarás el baño conmigo? — preguntó mirando ocasionalmente hacia una esquina de su habitación—. Bueno te estaré esperando— dijo esperando una respuesta.

Lentamente removió todas las prendas hasta quedar completamente desnudo, se miró de reojo por el espejo y le dio una sonrisa floja.

Metió apenas el pulgar de su pie para probar si la cálida agua estaba a su gusto, y al final comprobó que así era, dejó meter el pie por completo llegando hasta sus pantorrillas, el cual fue sentándose lentamente.

— Al menos dime que enjabonaras mi espalda — busco respuesta estirando su cuello y buscando su perfumoso jabón.

Con delicadeza frotó el jabón por toda la extensión de su cuello, bajando lentamente por sus clavículas y hombro, lo llevó por su brazo así como por el otro, llenó de jabón la esponja de baño frotándose de nuevo por el pecho y tratando de llegar hasta sus omóplatos.

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