YO NUNCA NUNCA - Soukoku 🔞

YO NUNCA NUNCA

Un bar, unas copas y dos ebrios ¿qué más se necesita para cometer un satisfactorio error?.

—Que hiciste trampa

—No es verdad

—¡Claro que si!

—Lo que no quieres es cumplir con lo acordado —sonrió —tienes miedo acaso? E-na-no

—¡Aún tengo 17! ¡Sigo en crecimiento! —grité exaltado

—Cómo sea, no hice trampa...aunque podría retractarme si hacemos un último juego

—Hm? ¿Cuál?

—Sigueme

Definitivamente debía ganar esta vez, odiaba que me tratara de esa forma y que solo me buscara para fastidiar me, es un idiota, sin embargo yo también lo soy por hacer caso a todo lo que dice, desearía ser inmune a aquellas palabras.

Me llevó a un bar, el cual estaba bastante vacío, el reto era bastante obvio, sus ansias de ganarme siempre mostraban la obvia jugada que haría.

—El juego es muy fácil —habló con sonrisa en rostro y su seguridad en el bolsillo

"Yo nunca nunca"

Un juego en el que uno dice algo que nunca hizo, y si el otro si lo hizo debe tomar un trago y así sucesivamente, hasta que uno caiga al piso o se quede dormido

—¿Enserio jugaremos algo así? Tch —renegue pues era algo malo con la bebida.

—¿Tienes miedo?

—Tsk ¡Acepto! ¡Te tragaras tus palabras maldito bastardo! —grité

—Comencemos entonces, aver... —sonrió.

Maldita sonrisa suya, seguro ya planeó algo para ganar, pero sea como sea voy a ganar.

—Yo nunca nunca conducí una moto

En silencio tomé un trago

—Yo nunca nunca...he tratado de suicidarme

Fué fácil...al principio, sin embargo todo se tornaba borroso y estúpidamente aberrante.

50 minutos después:

—Y-yo...igh yo nu-nunca nunca fuí enano jajaja —reía a carcajadas

—Idiota...yo nunca nunca...yo nunca nunca trate de ahorcar me

—Eso es lo mismo que suicidio

—Al diablo, toma un trago —dije con enojo

—Uy que miedo por el enano

—Tengo diecisiete años ¡aún estoy en!... —interrumpe antes que termine

—Dices eso desde los 15 y apenas haz crecido —cuenta con sus dedos —quien sabe jajaja talvez dos centímetros? —el resueno de su risa es molesta y por un momento sentí mi mente en blanco y dentro de nada ya estaba afuera del bar, tratando de golpear a Dazai con una botella en mis manos.

—¡Maldito bastardo te odio!

—Basta solo una palabra para hacerte enojar, E-na-no