La novia sustituta del coronel He - PARTE 1

Capítulo 81. Bueno para ti ser amado

"No, no es necesario. Mi cabello está casi seco de todos modos". Xu Yangyi detuvo a Ji Guangming, que se está quedando sin energía; luego miró a He Jingyan y preguntó con curiosidad: "¿No debería estar ocupado un coronel como tú?" Xu Yangyi sintió que él era el único que deambulaba por todas partes en el ejército.

"Bueno, tengo miedo de que mi esposa me culpe por dejarlo solo. ¡Es por eso que elegí pasar todo mi tiempo haciéndole compañía!" Al escuchar que Xu Yangyi estaba preguntando sobre su trabajo y su vida, el estado de ánimo de He Jingyan mejoró de inmediato.

"Ugh, vete a la mierda, nadie necesita tu compañía". Xu Yangyi dijo eso de inmediato, y He Jingyang no esperaba que la respuesta de Xu Yangyi fuera así.

'No soy como una niña pequeña a la que necesitas pasar tiempo para acompañar. ¡Qué divertido!'

"Déjame aclarar esto, He Jingyan. No me trates como a una mujer a pesar de que me veo más bonito que ellas, de lo contrario, realmente te arrancaría las pelotas por eso". Xu Yangyi le advirtió abruptamente y parecía bastante serio.

Pero He Jingyan se rió entre dientes cuando escuchó eso: "¿Cómo puedes felicitarte así, cariño?" ¿Dejar de tratarte como a una mujer? No hay mujer en esta tierra que pueda ser tan feroz como tú, cariño. He Jingyan se quejó a sí mismo. Luego preguntó: "¿Quieres tomar una siesta ahora?"

Xu Yangyi puso los ojos en blanco, "No, tengo miedo de que me asalten". 'Él definitivamente está planeando hacerme algo malo. ¡No voy a caer en eso!

He Jingyan ya estaba en la lista de personas peligrosas en la mente de Xu Yangyi.

Pero He Jingyan se hizo el tonto cuando escuchó eso, "¿Quién?" Luego le dio una mirada fría a Ji Guangming, "¿Se supone que eres tú, Ji Guangming?"

El pobre Ji Guangming simplemente no podía decir lo mal que se sentía. Todo lo que pudo hacer fue decir en un tono débil: "¡Por favor, deme un respiro, coronel He!"

Pero en el fondo, en realidad estaba diciendo: '¡Eres tú! ¡Coronel He! ¿Cómo pudiste convertirme en el chivo expiatorio? ¿Cómo sería mi pobre vida en el futuro?' Ji Guangming ya comenzó a dudar de su destino, y no podía hacer nada al respecto porque era el "sirviente" de Xu Yangyi.

"¡Eres tú! Sr. Hentai! ¿Qué arrastras a otros?" Al ver que He Jingyan estaba tratando de convertir a Ji Guangming en el chivo expiatorio, Xu Yangyi lo miró con disgusto de inmediato.

'¡Maldita sea! ¡Este hombre se está volviendo aún más desvergonzado!'

¡Buena! ¡Señora He! Ji Guangming estaba aplaudiendo por Xu Yangyi en su mente, pero He Jingyan de repente lo miró con ojos agudos como si supiera lo que Ji Guangming tenía en mente.

¡Ji Guangming estalló en un sudor frío por la mirada de He Jingyan! Nerviosamente sacudió la cabeza hacia He Jingyan en poco tiempo, pero eso solo demostró que la suposición de He Jingyan era correcta.

Después de eso, Ji Guangming finalmente se dio cuenta de lo estúpido que era, por lo que se detuvo de inmediato y contuvo la respiración tan fuerte como pudo mientras pensaba en lo muerto que estaría en su mente.

Justo cuando se imaginaba cómo lo castigaría He Jingyan, He Jingyan le dijo como de costumbre: "Ve a lavarle la ropa a mi esposa".

Fue un gran alivio para Ji Guangming escuchar eso, así que asintió y se dirigió directamente al baño. Justo en ese momento, Xu Yangyi de repente saltó de la cama y dijo: "Puedo lavar mi propia ropa. No soy una dama noble." ¡Además, están mis calzoncillos en esa ropa sucia! ¡Nadie dejaría que alguien más los lavara! ¡Debe haber algo mal en la mente de He Jingyan!

Ji Guangming pareció entender por qué Xu Yangyi estaría tan nervioso, así que dijo: "Puede estar tranquilo, señora He. No los lavaré con mis manos. Tenemos lavadoras en el ejército". Incluso puso una sonrisa después de terminar, lo que probablemente estaba tratando de hacerlo menos incómodo para Xu Yangyi.

¡Pero a Xu Yangyi no podría importarle menos! Al escuchar lo que acaba de decir Ji Guangming, Xu Yangyi se detuvo de inmediato: "¡Ya veo! Bueno, ¡gracias por la ropa entonces!" Luego se recostó en la cama cómodamente de nuevo.

Ji Guangming se sintió extremadamente halagado y respondió de inmediato: "De nada. Es mi deber y placer servirle."