tears

- 1

- WHEN WE MET -

El líquido salado cubría su rostro, caminaba por aquella calle oscura abrazando su cuerpo en busca de calor.
Jamás debió ir a esa fiesta de saber que todo terminaría así, sus amigas habían desaparecido de su vista, el alcohol se le subió y recordó como su madre falleció.
Se sentía tan ridícula al llorar por algo que sucedió hace años, ya debía de haber superado eso pero sin embargo el traer el tema a relucir siempre le sacaba unas cuantas lágrimas.

- Carajo, estúpido vestido - tomando los bordes de la prenda intento acomodarlo de forma que no estuviera tan arriba, un suspiro escapo de sus labios.

¿A dónde iba?, ni ella lo sabía, solo no quería volver a casa y tenía en claro que no estaría problemas pues su padre dormía profundamente gracias a los antidepresivos que tomaba. Muchas personas recurren al tratamiento psicológico para mejorar, y es que todo mundo tenía en mente al hombre como "el padre perfecto" pues a pesar de la muerte de Amelia el seguía llevando comida a su hija y le daba un techo donde vivir.

La gente debería entender que no sólo se trata de eso, también se necesita amor, atención, tiempo, todo para formar un vínculo familiar y ayudarse unos a otros pero su caso no era ese, su padre prácticamente le abono emocionalmente, jamás hablaron sobre la muerte de su madre, jamás le preguntó cómo estaba o tan sí quiera que tal iba su día.

El claxon de un carro le saco de sus pensamientos, volteo a ver de quien se trataba, no lograba distinguir quién estaba en aquel carro pues su vista estaba borrosa, entrecerro sus ojos forzando la vista.

- ¿Qué carajos estas haciendo? - la áspera voz de ashtray llamo su atención, sabía que no le preguntaba a ella si no a fez.

- Hermano esta ebria hasta las putas chanclas, no piensas que la vamos a dejar aquí en ese estado ¿verdad? - ambos la miraron y ella solo sonrió, con un gesto de cabeza le indicaron que subiera al auto - ¿Qué tal tu noche? - el pelirrojo trato de sacar conversación.

- De la mierda, ¿Le puedes subir a la radio?, por favor, esa canción me encanta - el atendió su pedido, recargo su cabeza en el respaldo mientras bajaba la ventana.

En las bocinas del auto retumbaba aquella canción haciendo vibrar el carro, inhalo profundo tratando de meter todo el aire del mundo en sus pulmones, la mirada del pelinegro estaba sobre ella. Tenía rato observándola desde el retrovisor.

- i get messages from the stars - canto mientras sacaba su mano del auto - when you're making love to me - normalmente ashtray ya hubiera callado a la persona pero esta vez no le molestaba, la canción también le gustaba y mentía sí decía que la voz de la mujer no le resultaba fascinante.

- Mierda ¿estas llorando? - el tono calmado de Fez no cambio a pesar de sentir preocupación por ella, esto saco al tatuado de sus pensamientos.

- Yo lo siento mucho, es solo que me pone muy sentimental la melodía - rio mientras limpiaba sus lagrimas - jamás he tenido novio y me gusta pensar que se sentirá como esta canción - el pelirrojo sonrió con ternura, por mucho esa chica tenía 18 - ¿Alguna vez te has enamorado? - cuestiono curiosa, acercándose a ellos.

- Sí - su mente solo logro sacar la imagen de Lexi, después de su obra le había pedido ser su novio, la respuesta fue si y desde ese momento hasta acá había tenido los mejores 2 años 5 meses de su vida. - Se llama Lexi - hablo orgulloso y la chica solo logro llorar conmovida.

Su vista se giro al otro chico, se recargo en el asiento de él y le miró atentamente soltando un "¿y tu?", se sentía curiosa sobre aquel par de hermanos. No tenía mucho que había llegado al pueblo por ello no conocía a mucha gente.

- No tengo tiempo para esas mierdas - la miro de reojo notando como veía encantada los tatuajes en su rostro, su mano llegó hasta la mejilla de Ashtray, acariciando los tatuajes, el solo se tenso ante el tacto, jamás en su vida había recibido contacto físico de otra persona que no fuera fezco.

- ¿Son reales o son de esos que vienen en las paletas de plátano? - cuestiono sacándole una risa al conductor, el pelinegro solo lo miro mal - me gustan mucho esas paletas, una vez me salio un dragón y recuerdo que lo puse en mi espalda, se veía jodidamente bien - el joven no respondió haciendo que su hermano continuará la conversación.

- Son reales, él se los hizo - estacionó el auto fuera de su casa, todos bajaron para comenzar a caminar hacía el hogar.

- ¿Tatuas? - no lograba entender como una persona podía ser tan transparente como aquella chica, tal vez era efecto del alcohol lo que la hacía tan platicadora pero comenzaba a resultarle molesta - ¿Me haces uno? - cuestiono entrando con ellos.

- No - después de eso el se encerró en su habitación dejandolos solos. Ella no se ofendió por eso, entendía que a muchas personas les resultaba molesto que hablara tanto pero era algo que no podía evitar.

- ¿Tienes hambre? - asintió siguiendo al mayor, se sentía feliz, se sentía acompañada pero sobre todo se sentía en casa.

Al final no fue tan malo ir a la fiesta.