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— MIERDA —
Ella sabía de más que el masturbarse no era malo, podía descubrir su cuerpo a la par de que se daba placer liberando estrés, pero había algo que siempre le hacía sentir incomoda cuando ella intentaba tocarse. Estaba cansada de que cada vez que lo intentaba algo le interrumpía o simplemente ya no tenía ganas. Miro el techo con las manos en su estómago, estaba enojada, acalorada y frustrada.
Comenzó a pensar en aquel chico de su clase con el que había salido una vez y se besaron durante toda la tarde, centro sus pensamientos en eso, bajo su mano por su pantalón hasta llegar a su ropa interior y dando leves caricias por encima de la ropa comenzó a perder la razón.
Él chico se había apoderado de su mente, todo tipo de cosas pasaban por su mente, cuando ella puso sus dedos en contacto directo con su feminidad llevó otra mano a su boca tapando todo sonido que pudiera salir, desde besos hasta otras cosas subidas de tono era lo que pensaba, estaba por venirse cuando su mente puso a ashtray en grande, rápido abrió sus ojos y sacó su mano.
— ¿Qué mierda? — su respiración estaba agitada y su enojo se hizo mayor cuando por la estúpida imagen de su amigo paro su orgasmo, suspiro expulsando el aire de sus pulmones. Junto sus cosas para bañarse pero antes de poder hacerlo escucho como alguien tocar su ventana, cuando la abrió vio que era ash y la sangre se le subió a la cabeza. — ¿Cuánto tiempo tienes ahí? — paledecio esperando que el chico no haya visto nada.
— Acabo de llegar — afirmó, entonces no le había visto — ¿Hiciste ejercicio?, estas sudando — él se acercó pero ella retrocedió, él intento llevar su mano a su rostro pero ella le aparto — ¿Qué carajos Catherine? — noto como su respiración se hacía más pesada por el coraje y de nuevo intento acercarse, esta vez tomó la muñeca de ella haciendo que por fin le mirara a los ojos.
Como si con el contacto visual se comunicaran el fue aflojando su agarre y el tatuado se acercó para poder darle un abrazo como saludo, recargo su cabeza en la de ella sintiendo como el aroma de la muchacha lo envolvía.
Mentía si decía que últimamente sus sentimientos se encontraban confundidos, no sabía porque se sentía de la forma en la que se sentía cuando estaba con ella y por qué le daba tanta preferencia a la menor, estaba frustrado sobre sus pensamientos y no se diga sobre sus impulsos.
Estuvieron buen rato acostados en la cama de la chica hablando sobre cosas triviales hasta que ella decidió preguntar sobre el tema.
— ¿Alguna vez te has masturbado? — cuestionó sin sentir pena, eran buenos amigos y quería saber la opinión de alguien sobre lo que ella le estaba pasando.
— Sí — el era una persona directa y respondería con sinceridad todo lo que preguntara sin importar que tan extraño sonará — ¿A qué viene la pregunta? — se giro levemente para poder verle y así centrar su atención.
Imitando su acción le vio a los ojos, no sabía cómo formular su oración, esto no pasó desapercibido para Ashtray así que le animo hablar.
— Varias veces lo he intentado pero no puedo — se sentó en la cama, el imito su acción, "¿cómo que no puedes?" preguntó el — Sí, no puedo, siempre que intento tocarme algo me interrumpe o me siento incomoda conmigo misma — el miro a otra parte pensando en qué decir, ya había iniciado su vida sexual y varias veces había hecho lo que la chica le preguntó pero jamas pensó que alguien podría tener problemas con eso.
— Supongo que no estas acostumbrada a eso y por ello te sientes incomoda al hacerlo, creo que no deberías forzarte, cuando tengas ganas y tu cuerpo te de señales de estar lista lo harás, no lo sé — encogió sus hombros en señal en confusión, ella solo asintió y un silencio se formó, la pregunta que hizo junto con la pregunta que le hizo al llegar hicieron que su cerebro hiciera click — Espera Catherine, ¿Antes de que llegara estabas haciendo eso? — no entendía por lo que el tuvo que repetir — ¿Estabas haciendo eso? — le miró burlón pues ella sola había delatado lo que hizo y aunque no fuera malo sabia que a ella le causaría pena.
— aymierda— susurro, Ash comenzó a reír y ella únicamente pudo excusarse con que no sabia que vendría.
El tema cambió drasticamente a lo que había hecho él por la mañana y así pasaron toda la tarde hablando hasta que llegó el momento de que se fuera.
— Oye cathi — un escalofrío recorrió su espalda cuando escucho el apodo, le encantaba que le llamara de esa forma — Ya es hora de que me vaya — sintió su corazón latir con rapidez y sin pensar de su boca salió un "por favor quédate".
Se miraron buen rato, la mirada de ella era una de suplica, parecía que si el muchacho se le iba acabar el mundo, sintiendo un pinchazo de ternura en su corazón acaricio la mejilla de la menor.
— tengo que volver a casa Cathi, pero mañana puedo venir temprano y si tu papá te lo permite haremos una pijamada — era sabido que Catherine no tenía muchos amigos y mucho menos había tenido una de esas pijamadas que salían en las películas.
Era el plan perfecto, saber que el día siguiente lo pasaría con él le hacía sentir un poco menos sola, asintió y acompaño al chico a que saliera de su casa por la misma ventana que había entrado.
— Ya me voy — estaba a punto de saltar para irse pero volteo a ver a la menor — Sí sigues teniendo problemas con lo que hablamos cuéntame, yo puedo ayudarte — le guiño el ojo de una forma amistosa dando a entender que era broma.
