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La pequeña Jihyo, estaba viendo a los niños jugar pero no se acercaba por temor a ser rechazada

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La pequeña Jihyo, estaba viendo a los niños jugar pero no se acercaba por temor a ser rechazada.

A sus siete años era muy asustadiza y también era casi abandonada por sus padres.

Ellos nunca la cuidaban y la niña básicamente tenía que hacer todo lo posible para estar bien.

Tenía casa pero parecía que vivía sola. Tenía comida pero tenía que hacerla sola y muy poca. Tenía padres pero parecía que en realidad no los tenía.

A su corta edad, esta superando todo eso.

- Hey, nunca te vi por aquí. ¿No quieres jugar?

La pequeña niña pudo escuchar y ver a esa persona que le hablaba, pudo distinguirla como una alfa pero su apariencia no lo parecía.

Negó con la cabeza por miedo y la alfa solo se sentó a su lado.

- ¿Por qué no? Desde hace un rato te he visto aquí escondida y viendo hacia los juegos. ¿En serio no quieres jugar? - insistió con voz suave. El aroma a dulce y fresco de la alfa logra tranquilizar un poco a la niña.

- E-Ellos no querrán jugar c-conmigo.

- Ellos son muy buenos. También son mis amigos, creo que no les vendría mal tu compañía - le ofreció su mano.

- ¿En serio? - dudosa, acercó su mano lentamente.

- Sip.

Cuando la mano de Mina sostuvo la de Jihyo, se dio cuenta que esta temblaba levemente y entonces dio unas pequeñas caricias hasta que sintió que la niña se calmó.

- Bien, y ¿con quién tengo el honor de hablar, eh?

- Jihyo. Tengo siete años, casi cumplo los ocho - mostró sus dos manos, indicando con dedos los números de edad.

- ¿En serio? Estas creciendo mucho Jihyo. Yo soy Mina.

Los pasos hacia los demás niños nunca se le hicieron tan largos a Jihyo, aunque el aroma fresco y las palabras suaves de su acompañante lograban calmarla un poco.

- ¡Byul! ¡Yong! - llamó Mina a las niñas que enseguida voltearon - ¿Tienen un lugar para una jugadora más? - señalo a la pequeña que solo pudo esconderse detrás de la alfa a las miradas de otros niños.

- ¡Sí! ¡Ella puede ser la que empieza, ya que todos se pelean por eso! ¡Después jugaremos a las atrapadas! ¿Te gusta jugar a eso? - Yong se acercó a la Jihyo para preguntárselo más de cerca.

- Esta bien - le susurró Mina cuando vio que la niña estaba dudosa.

- Uhum - Jihyo siguió a los demás y no tardaron mucho en las presentaciones cuando ya estaban jugando.

Mina de tanto comer dulces le dolía el estómago así que solo se fue a la banca donde estaba su esposa.

- ¡Som! ¿Viste jugar a mamá? Tu jugarás cuando crezcas más y puedas moverte, ¿verdad? Sé que serás de las mejores jugando y aunque probablemente tengas otros amigos, pero yo me asegurare que no te hagan nada malo y puedas jugar felizmente, ¿sí? - se sentó y tomó a su hija para ponerla en su regazo y hablarle animadamente a expectación de las miradas de Nayeon y una que otra omega de ahí. Aunque a muchas también les gusta los o las alfas fornidos, rudos e intimidantes para que las protejan, el cariño de sus alfas es un poco nulo y admiran a esa dulce alfa que habla animadamente con su hija y a veces con su esposa.

- ¿Ya te quieres ir a casa? - la alfa negó para luego voltear hacia los niños para verificar que Jihyo esté bien.

- Quiero ver que la niña no se asuste o algo así.

- ¿A Somi? - preguntó extrañada la omega.

- No, a Jihyo, una niña que al parecer estaba queriendo jugar pero tenía miedo y ahora está allá - su dedo apuntó hacia la niña que corría como si la estuvieran persiguiendo, bueno, si era así, ya que estaban jugando a las atrapadas.

- Ohh, al parecer se ve feliz. ¿Es tu amiga? - limpió la baba que caía de la comisura del labio de Somi.

- No lo sé, pero creo que de ahora en adelante vendrá al parque - la niña llevaba una gran sonrisa en el rostro y aunque hablaba tímidamente los niños la animaban para que se expresara más.

- Puede ser.

- Ah, el día ha sido sido cansado

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- Ah, el día ha sido sido cansado... ¿Cierto, Som? - la pequeña ya venía cerrando sus ojitos, para ella ya pasó la hora de su siesta y tiene hambre.

- Le daré de comer y luego dormirá. Tú ve a bañarte, onte la pijama y espérame en la cama, ¿sí? - la alfa asintió y, con un pequeño beso en la mejilla de su esposa y uno en la frente de su hija, se fue rápidamente hacia arriba.

- ¿Viste, Somi? Tu mamá le alegra que pudieras ver el parque. Imagínate cuando puedas jugar con ella; se pondrá loca de felicidad, So - la pequeña bebé sólo estaba tratando de apartar la tela del pecho de su madre - Bien. Tienes hambre, está bien - se sentó en el sofá, apartó su blusa y sostén. Somi rápidamente empezó a comer.

A los minutos, escuchó un Bunny! ¡Ya terminé!' y con eso se levantó con, una ya dormida, Somi.

Se encontró con Mina adormilada en la cama pero esperando a su omega.

- Use el shampoo de Somi porque al parecer se acabo el de nosotras y ahora huelo a miel con dulce. Es bonito, ¿Te gusta? - su sonrisa gomosa llegó al corazón de la omega.

La omega dejó cuidadosamente a Somi en su cuna para después acurrucarse con su alfa y oler su pelo y efectivamente, olía a miel y dulce.

- Me encanta - la alfa se abrazó como koala a su omega y un último beso en los labios para después dormir - Tú me encantas - susurró y cerró sus ojos para dormir.

- Tú también me encantas, Bunny.

- Tú también me encantas, Bunny

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KIDS • MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora