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- ¡Jihyo! ¡Mina! - llamó la omega cargando a Somi en brazos, la cachorra le daba besitos en su cuello

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- ¡Jihyo! ¡Mina! - llamó la omega cargando a Somi en brazos, la cachorra le daba besitos en su cuello.

Desde que Somi aprendió a dar besos, casi es lo único que hace. Cuando está acurrucada en el cuello de sus madres, da besitos ahí. Cuando la cargan, da besitos en sus mejillas. Cuando están por dormir les da un besito en la nariz.

La omega, poco importandole su cuello húmedo por la saliva que Somi todavía no puede retener, sonríe cada que siente esos besitos.

- ¡Mina! ¡Llegaremos tarde! - la alfa salió con Jihyo por delante casi corriendo.

Hoy irían solo a una salida para disfrutar entre ellas. Nayeon había dicho que podían ir a la heladería, luego podían ir al parque y después a casa donde comerían viendo películas.

Hoy sería un día para ellas, solo ellas.

- Es que no encontraba el dinero que guarde para comprar el peluche - ah, y pasarían por una tienda donde Mina vió peluches que quería comprar.

- Bien, vámonos - se subió al copiloto no sin antes acomodar a Somi en su asiento.

Mina, antes de subirse al piloto, le acomodó el cinturón de seguridad a Jihyo y el dió un beso a Somi para despues arrancar el auto.

Esta vez, Nayeon parecía un poco estresada y no quería manejar, por lo que ahora ella manejaría.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó la alfa viendo cómo Nayeon se recargaba completamente en su asiento y soltaba un suspiro.

- Un poco mejor. Me alegra salir contigo... con ustedes - terminó mirando hacía atrás, Jihyo separó su mirada de la ventana y le sonrió, Somi seguía mirando la ventana con curiosidad.

- ¿Estás segura que no te duele nada? -  preguntó la alfa con preocupación.

Esa mañana había encontrado a su omega quejándose un poco a su lado por un dolor de cabeza y no quiere que se repita, no quiere que a su omega le duela.

- Ya estoy mejor, Minari, no duele - Mina se calmó más y se concentró en el camino.

Su lobo se removió en preocupación por su omega y el lobo de Nayeon solo quería calmarla, por lo que soltó feromonas que calmaron un poco más a Mina.

- ¿De qué sabor quieres tu helado, Hyo? - preguntó la alfa al entrar a la heladería, abriéndole la puerta a su omega y a la pequeña.

- Me gusta el de coco, pero también quiero el de vainilla - puso su carita pensativa pra elegir.

- Puedes elegir los dos, sabrán bien... creo - sugirió Nayeon y Jihyo asintió efusivamente.

- Yo los pido. ¿De qué lo vas a querer, Bunny?

- Uno de napolitano, de ahí Somi comerá un poco - la alfa asintió mientras iba en busca de los helados y la omega buscó una mesa para esperarla.

A los minutos las cuatro estaban felizmente comiendo de su helado hablando y riendo por lo que sea.

- ¿Cómo supiste que la araña era indefensa, Jihyo? - preguntó Nayeon entre risas al recordar ese día.

- Una amiga le gustaban las arañas o insectos, le gustaba tomarlos y verlos de cerca, ella se fue hace un tiempo a otra ciudad - relató la pequeña - Ella me mostraba muchos y me decía cosas sobre ellos, esa araña era de sus favoritas - terminó dándole un poco de su helado a Somi, la cual aplaudió sonriendo.

- ¿Entonces también te gustan? - Jihyo asintió, tomando una servilleta y limpiando el mentón y mejillas de Somi.

Somi era como su pequeña amiga, la quería.

Somi era como su pequeña amiga, la quería

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KIDS • MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora